Jessica saltó desde su asiento en el suelo tan pronto como Brittany entró en la habitación.―¿Discutiste tú y la abuela?.
―No Jess, no discutimos.― dijo Brittany mientras veía a su sobrino sentado en frente de la televisión totalmente concentrado en un videojuego de carreras.― Estuvimos hablando y se está haciendo tarde, así que Santana y yo tenemos que volver a casa.― Escuchó el gruñido de la puerta de la cocina al abrirse detrás de ella. Moviéndose a un lado vio a Patty ayudando a su madre a sentarse en el sofá.― Te llamaré mañana,― dijo cuando pasaba junto a su hermana. Patty asintió pero no dijo nada.― Bien, lo que sea.―
Agachándose para abrazar a Jessica,― Sé buena, ¿vale?.―Vale, tía Brittany. ¿Cuándo vas a volver?.
―Pronto,― dijo.― O tú puedes venir a mi casa.
Los ojos de Jessica brillaron.―¿Cuándo?— Poniéndose en duda, miró directamente a Santana.
―Uh…no lo sé.
―¿Qué hay la semana que viene?,― sugirió Santana.― Eso me dará tiempo para prepararlo todo.
Brittany sabía que a lo que se refería su amante era a esconder todo lo rompible de las manos curiosas de los niños.―Sí, la semana que viene está bien si a tu madre le parece,― le dijo a su sobrina.
Patty asintió.―Tan pronto como tengas esa habitación limpia y ordenada,― dijo.
―¿Puedo ir yo también?,― preguntó Thomas desviando su atención del videojuego por unos segundos.
―Sí, tú también puedes venir,― dijo Brittany.
―Las acompañaré al coche,― dijo Patty.― Thomas, tus juguetes están esparcidos por todas partes.
Recógelos y ponlos a un lado, por favor.―Vale mamá.
―Yo le ayudaré,― añadió Jessica, arrodillándose y recogiéndolo todo.
Brittany se dio la vuelta y se dirigió hacia la puerta, Santana y Patty detrás de ella.―¿Qué?,― preguntó Britt tan pronto estuvieron fuera.
―¿Qué le dijiste?,― preguntó Patty.
―Um, iré a encender el motor para que vaya calentándose,― ofreció Santana, aunque no hacía tanto frío como para eso.
―Solo hablamos,― le dijo Brittany a Patty mientras San se alejaba.― Nada de lo que tengas que preocuparte.
―Bien, me preocupo,― dijo Patty.― Tú eres mi hermana y ella es mi madre.― Te pasaste la mitad de la noche lanzándole miradas y no le has dicho una sola palabra agradable desde que volviste.― ¿Y se supone que no debo preocuparme?.
Brittany sacó los cigarrillos de su bolsillo o y le ofreció uno a su hermana.―No puedes esperar que todo vaya maravillosamente bien entre nosotras,― dijo mientras cogía uno para ella misma y lo encendía.― Y nunca voy a ser tan agradable con ella a como lo eres
tú, así que no lo esperes.―¿Pero…?
Inhalando profundamente, Brittany dio una gran calada de su cigarrillo antes de contestar.―Pero si no intenta actuar como la madre del año o como si se preocupara por mí, creo que podemos llegar a comportarnos civilizadamente la una con la otra.
―Y quién sabe lo que puede pasar a partir de ahí,― dijo Patty, añadiendo su humo a la nube que ya les rodeaba.
―No presiones tanto,― advirtió Brittany,― Estoy segura que Doc y yo tendremos una endemoniada sesión sobre esto. Bueno, y ¿de qué hablaban Santana y tú?.