Capítulo V

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PROBLEMAS

Pensar que lograría llegar al castillo sin llamar la atención fue una idea un poco estúpida.

En cuánto cierro la puerta de entrada y me giro, veo a mi madre mirarme con el ceño fruncido mientras está cruzada de brazos.

Evadir a los guardias no fue fácil, así que evadirla a ella no es una opción.

—Madre. —Digo, alzando el mentón.

—Edelweiss. —Saluda ella con el mismo tono que yo.

Largos segundos de silencio transcurren y yo me mantengo impasible. No estoy muy cómoda aquí frente a ella.

—¿Pasó algo importante durante mi ausencia? —Enarco una ceja.

—¿Se puede saber donde demonios estuviste?

La mención de una mala palabra me revela lo enojada que está.

—Fui a Wyntter en busca de libros. Te informé antes de irme, y supongo que la Dama Azul también te habrá comentando  algo en cuánto me vio salir. Ah, por cierto, me comentó que ya iniciaron la organización de la Gran Fiesta del día 75. Sospecho que nos quiere a ambas presentes durante la planeación.

—Gracias por avisarme, pero no me cambies de tema, princesita.

—Ya te dije en dónde estuve.

—Lo que yo quiero saber es porque tardaste tanto para regresar. Cuando sales del pueblo, la normalidad es verte volver casi al final del día, y ya es de noche, ya cenamos.

—Estuve en el bosque de Wyntter todo el tiempo. Leí mucho y me quedé dormida, cuándo desperté, ya era de noche. Esa es la razón por la qué no me había presentado en todo el día y por la que ahora estoy aquí.

—¿Sí sabes que no puedes mentirme, verdad? —Me recuerda con un tono de voz más bajo y tenso.

—Ni siquiera he considerado hacerlo, madre.

Ella respira profundo y me analiza mientras piensa a toda velocidad. Cada vez más tensa.

La conozco muy bien. Al menos lo suficiente para saber cuál debe ser mi expresión en el remoto caso de que me vea obligada a mentirle.

Como justo ahora, por ejemplo.

Para mi sorpresa, ella se relaja y recupera su postura habitual. Me dedica una pequeña sonrisa que, al igual que muchas veces, no llega a sus ojos.

—Ve a tu habitación. Le diré a la mucama que te envíe la cena dentro de un rato. Es necesario que descanses, mañana tienes unos cuántos asuntos que atender.

Con voz neutral y vacía, respondo:

—Como tú ordenes, madre.

💙👑💙

Luego de darme una larga y profunda ducha para analizar y aceptar finalmente todo lo que sucedió el día de hoy, me vestí con mi usual camisón claro pero no transparente, un cardigán de lana gruesa muy abrigador y unas pantuflas cómodas y calentitas.

Ahora, voy a ignorar toda la locura que me rodea y me voy a recostar en mi cama, a leer los libros que busqué en Wyntter, y fingir de una forma absurda y sencilla, que no hubo ningún cambio en mi vida. Todo sigue siendo igual que antes.

Antes de que un joven ahora llamado Whyatt apareciera...

Respiro profundo y me esfuerzo en leer mi libro; estoy segura de que contiene temas muy interesantes, pero no puedo comprobarlo porque cada vez que trato de centrarme, recuerdo a un chico que antes tenía el cabello rubio y ahora blanco rozando el ceniza, así como también tenía los ojos verdes y posteriormente azules. Eso no me permite pensar en algo más.

THE BLUE KINGDOMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora