Capítulo 34

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Bebo el medio vaso de agua restante y le miro. No puedo ni imaginarme una vida sin Max. Lo he pasado muy mal estos ocho años y Dios sabe que no hay hombre parecido a Max en el mundo.

Las rodillas me comienzan a doler pero es insignificante con el que siento dentro de mí. Las lágrimas no paran de correr por mis mejillas.

Recuerdo cuando se murió mi abuelo. Era tan especial para mí...

-Abuelo estará todo bien ¿vale?

Me siento en la silla del hospital cerca de su cama y contemplo lo delgado que esta el abuelo Joe.

-Sé feliz, cariño mío.

-Lo seré abuelo, al igual que tú. Estarás bien pronto.

-Querida, estoy muy mal- tose y cada vez mis ganas de llorar aumentan más.

-Mira abuelo, ha parado de nevar- digo levantándome de la silla para mirar por la ventana.

El abuelo vuelve a toser pero esta vez con más intensidad. Esos momentos donde ves los buenos momentos vividos con la persona que está muy enferma, son los que me ocurren ahora. Un fuerte pitido resuena por toda la habitación. Dejo escapar un fuerte sollozo que hace que las lágrimas acumuladas salgan de una vez.

Me giro y veo el cuerpo inerte de mi abuelo. Me arrodillo a la cama y veo como enfermeras y médicos miran el cuerpo. Perder a un ser muy querido es un dolor horrible pero perder a alguien que querías más que a ti misma es una tortura.

Ese fue un dolor insoportable pero perder por completo a Max es muchísimo peor. Lucharé con espada si hace falta por tener de nuevo a Max. Tiene que ser mío. No he aprendido a vivir sin él. ¡Maldición!

-¿Sabes cuál es la forma de saber cuánto se ama a alguien?

-No- contesta mirando el suelo.

-Perdiendo a esa persona.

Le miro y él levanta la cabeza. Mis posibilidades de que perdone mi estupidez son inexistentes.

-Vuelve a quererme de verdad- suplico.

-¡Joder! Sí, te quiero y nunca dejaré de quererte pero ¿sabes qué? Prefiero estar con una persona que me atrae y estamos bien; que con una persona que tiene dudas sobre mí, con la que no paramos de hacernos daño...-se levanta del sofá y camina de una lado a otro- ¿merecemos esto?

No paro de llorar y me maldigo a mí misma por no controlar mis emociones. Me maldigo por no saber cuidar del amor.

-Yo no puedo soportar esos vaivenes tuyos- dice mirándome de nuevo con lástima.

Me levanto y me dirijo de nuevo a él. Le agarro de la camiseta formando un puño y le beso. Puede que sea un beso de despedida pero nunca se sabe como puede acabar las cosas. Me separo de él y bajo la mirada avergonzada.

-Se acabo- susurra.

Cada día se aprenden cosas nuevas y hoy he aprendido a dejarlo ir. A despedir a mi primer amor verdadero para siempre. Ese "se acabo" es un punto y final en un capítulo de nuestro amor. Quizá podríamos empezar un capítulo como amistad porque no puedo vivir sin él.

-Te quiero- susurra de nuevo en mi oído.

Acerca de nuevo sus labios a los míos y noto como el horrible dolor aumenta en mi pecho. ¿Es qué quiere hacer que lo pase peor? ¿Quiere destruirme por completo?

-Soy consciente del error que estamos cometiendo- dice contra mis labios.

Me separo de él para poder descifrar lo que tiene en mente pero me es imposible. Me atrae otra vez hacia él con dulzura y me dejo llevar por la sensación de estar a su lado. Quizá por última vez. Nos perdemos en un beso que, después de ocho años, es como el primero. Un beso blando, lento pero lleno de pasión, de espera, y ahora deseo y excitación.

Caminamos torpes hasta llegar al sofá donde, Max me empuja para caer sobre el suave tapizado del mueble. Se quita la camiseta en medio de un segundo y agachandose, me besa de nuevo.

Una nube de excitación se posa en mi mente sin dejarme pensar bien lo que estoy haciendo.

-Max...

-Está bien.

Me quito la camiseta de un tirón y Max, nublado por la pasión, me desabrocha los vaqueros. Mis queridos tacones rojos vuelan por la sala, al igual que mi ropa interior.

-Sigues siendo hermosa- murmura besando la piel de mi cuello.

Baja hasta mi clavícula, llenando mi suave piel de besos agradables. Vuelve a mi boca y siento volverme loca. Hace cinco minutos lo veía esto imposible. ¿Habrá pensado con quién se queda?

Los besos de Max son cálidos y profundos; deseaba poder sentirle nuevamente. Estaba segurísima de que jamás podré olvidar a Max, aunque se case. Me despegué de sus labios hasta llevarlos a su cuello, dejando besos sobre su piel, mientras que él recorría con su índice mi clavícula hasta bajar a mis pechos.

-Te sigo deseando- me susurra jadeando.

-Te amo.

Aspiro el aroma de Max. Huele a rosas. Sonrío como una bobalicona y le miro a los ojos. Esos ojos verdes que en su día me enamoraron. Max es suave al entrar y esa sensación de tenerlo de nuevo es fantástica. Max acelera el ritmo, mientras que nos movemos como salvajes en el sofá de su casa, expresando todo el amor que sentimos el uno por el otro. Me siento mal por todo esto, lo estoy haciendo en su casa. La casa que comparte con su prometida. Cierro los ojos e intento no llorar.

-Julie...- jadea.

Una fina capa de sudor me cubre el cuerpo. Max cae sobre mí y vuelve a cubrir la piel de besos.

-Le has cogido el gusto a lo de poner los cuernos a tus novias- le digo bromeando.

-Julie, no digas eso.

Le echo a un lado y voy a por mi ropa. No puedo permanecer un minuto más en está casa. De nuevo, el dolor que sentía vuelve a mí pero esta vez más insoportable.

-¿Qué vas a hacer? ¿Piensas seguir con ella?- le pregunto dándome la vuelta para mirarle.

Me visto con mi ropa e intento arreglarme un poco el pelo. No quiero llevarme la sorpesa de que su prometida nos pille desnudos.

Al ver que Max no contesta, me giro hacia la puerta e intentar poder olvidar todo lo ocurrido ahora.

***

¡BAM! Un supergiro a la historia que ni yo me esperaba. ¿Qué os parece el capítulo? ¿Os lo esperabais? ¿Qué creéis que va a suceder después de este encuentro?

No pensaba poner este tipo de escenas pero es algo inevitable y por una vez necesitaba ponerlo.

Otra cosa: me estoy desanimando mucho al ver que no comentáis y no votáis. No sé si realmente os gusta la novela o no... Estoy un poco mal por eso ya que yo estaba ilusionada con está historia y bueno...

Segunda cosa: empiezan las clases y no podré subir los capítulos cada dos días, así que a lo mejor subiré uno por semana.

También intentaré que sean un poco más extensos pero me es difícil hacer eso.

Además de todo eso, os pido disculpas por haber tardado tanto ya que me quede sin Internet y bueno... Subiré capítulo cada semana o cada cinco días.

¡Me despido, babys! Comenten, voten y sigan leyendo. ❤

Pídeme un besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora