Seis meses después.
-Eres una novia maravillosa, todo saldrá bien.- tranquilizo a Cathy- Ya verás.
-No sé, ¿y si se arrepiente?
-Ya te digo que no. Prepárate, sales en media hora.
Ella asiente y yo salgo de la pequeña habitación asignada para la novia. Me acaricio la barriga y susurro para mis adentros: "Espero que tu padre se arrepiente." No soy mala persona pero quiero que vuelva a mí.
Durante este tiempo me he querido convencer de que aunque ame a Max podré vivir sin él. O eso es lo que pienso.
El amor es algo tan intenso que sólo los más osados pueden soportarlo.
Salgo de la Iglesia abrumada por toda esta situación. Respiro hondo y pienso en el discurso que ha pedido Max que haga. Santo cielo, que difícil es esto. Me aliso el vestido de Massimo Dutti y miro a la gente que va entrando.
-Un gran error venir a esta boda- dice Theo a mi lado. No me he dado cuenta que estaba aquí .
-Pues creo que no. Va a estar interesante.
-Enhorabuena- dice señalando mi tripa. Seis meses, que rápido pasa el tiempo. Sonrío y él se vuelve hacia dentro.
Miro el reloj y veo que Max tiene que salir hacia el altar. Recuerdo cuando me pidieron ayuda para organizar una boda por todo lo alto. Río para mis adentros y me dirijo hacia la habitación de Max.
-Tienes que salir ya- le aviso. Está guapísimo con su traje hecho a medida negro y su pajarita roja. Su peinado está perfecto (normal se lo ha hecho yo) e intento fijarme en su sonrisa enigmática pero esa sonrisa no está.
-¿Estás bien?- pregunto preocupada.
-No, no quiero casarme.
Abro los ojos como platos. Me ha repetido durante cada mes que se casará y que quiere olvidarse de mí. Es imposible olvidarse de alguien cuando no paras de llamarlo.
-Tú has querido casarte.
-Quiero casarme contigo, Julie- bromea pero a mí no me hace ni pizca se gracia.
-Va a ser que no- contesto borde.
-¿De quién es el bebé?
-No te importa, tienes que salir ya- le cojo del brazo y la energía vuelve a fluir entre nosotros. Le saco de la habitación y le llevo hasta la gran sala llena de gente.
-Colocate aquí y tranquilo ¿vale?- le señalo delante del altar. Él asiente y me dirije una sonrisa triste.
-Hola- saludo a mi padre y a su mujer con una sonrisa. No entiendo por qué ellos están aquí pero bueno.
Vuelvo a la habitación de la novia y la veo retocándose el maquillaje.
-Debes salir ya- le digo.
-Vale, vamos.
Me siento en mi silla asignada en primera fila y siento que me voy a desmayar. Demasiada presión por hoy. De pronto se oye la música del violín y la novia junto a su padre entran en la sala caminando lentamente.
Los ojos se me llenan de lágrimas y parpadeo varias veces para desvanecerlas. Me gustaría ser yo la que camina hacia el altar.
El padre le suelta el brazo y Cathy se coloca junto a Max. Se sonríen y no dejan de mirarse.
-Buenos días a todos los presentes- saluda el cura- los novios me han pedido una excepción ya que en todas las bodas esto no se hace. Primero escucharemos unas palabras por parte de los novios y a continuación comenzaremos la ceremonia.
ESTÁS LEYENDO
Pídeme un beso
RomanceNadie conoce mi historia y pocos se atreven a descifrar los misterios de Julie, ¿serás tú quién pueda acabar entenderme? Amor, desamor, sufrimiento y felicidad son las palabras clave para saber qué es vivir. Yo no sé. Me siento desafortunada por ell...