Capítulo 44

56 9 0
                                    

-Mi reina, te he echado mucho de menos- digo cariñosamente a mi Scarlett. La estrecho entre mis brazos con delicadeza, es tan frágil. Lleva ya un mes con nosotros y no podemos ser más felices.

-Dame al pequeño ángel- me dice Max con una sonrisa brillante. Le entrego a la niña y me dispongo a deshacer las maletas.

Suena el móvil y voy corriendo a responder. Número desconocido.

-Buenos días, ¿señora Roshe?- dice una voz femenina al otro lado.

-Sí, soy yo.

Sinceramente, sigo sin acostumbrarme al apellido de Max. Me va más mi segundo apellido, Roberts.

-Soy la secretaria de la gran empresa Dior, a mi jefe de departamento cosmético le gustaría comentar varios puntos con usted.

-Bien, ¿cómo tiene mi número?

-Su mánager nos llamó.

-Esta bien, ustedes confirmarme la fecha y ahí estaré- digo no muy convencida de esto.

Tras la despedida cuelgo y por naturaleza, me pongo a saltar y gritar de felicidad aunque no me emociona esto.

Hace mucho tiempo que congele mi carrera y oír esto me mata.

-¿Estás feliz?- me pregunta Max por detrás mía.

-Soy una mujer feliz y agradezco al mundo por ello.

Durante muchísimo tiempo he estado preocupándome del amor, de ser feliz, de como está la gente y no me he dado cuenta de lo maravillosa que es mi vida.

He perdido amigos por el camino, hasta llegar aquí y a veces pienso que habría sido de mí si habría seguido con esas personas. He tomado decisiones malas y buenas. No las sé distinguir unas de otras pero todo me ha llevado a él. Él es mi vida junto con mi pequeña.

-Te quiero.

-Te quiero- le susurro al oído.

Le doy un beso en la mejilla y le miro a los ojos. No he tenido oportunidad de demostrarle mi amor hacia él y tengo la manera perfecta.

-Quiero demostrarte algo.

Le pido a Frida amablemente que se quede con Scarlett unas horas hasta que volvemos y la pobre mujer acepta encantada.

-¿Qué quieres hacer?- me pregunta siguiéndome hasta el coche.

-Quiero que sepas que estoy completamente enamorada de ti y haría lo que fuera para que sepas que te estoy completamente agradecida por los buenos momentos que hemos pasado.

-¿Qué piensas hacer?

Arranco el coche y comienzo a conducir. No tengo ninguna duda de adonde voy y lo hago por él. Conduzco varios minutos hasta llegar al sitio que quería.

-¿Por qué has traído aquí?- pregunta Max saliendo del coche.

Este sitio poca gente lo conoce y a esta hora no hay nadie. La playa es preciosa aquí y ¿por qué no disfrutar de ella cada día?

-Por esto- le agarro de la mano y andamos hasta que nuestras zapatillas están llenas de arena.

-¡Gracias!- comienzo a gritar hacia el mar- ¡Gracias por esta maravillosa vida! ¡Te quiero, te quiero, te quiero y podría repetirlo mil veces más!

Grito como si fuera el último día de mi vida, como si no volviese a poder gritar. Grito porque amo vivir. Amo a Max. Él comienza a reírse y me mira con cariño.

-¡Ahora puedo morir en paz sabiendo que he compartido mi vida con la persona que amo y que me ama!

-No pienses en la muerte ahora- me acaricia la cara con sus suaves dedos y me hace callar.

-Siempre he pensado en ella, la muerte es inevitable.

-No lo es.

Me besa con pasión y me derrito entre sus brazos. Quiero hacer más cosas para demostrarle cuanto le quiero.

¿Nunca has pensado en cuánto quieres a esa persona? ¿Nunca has pensado en demostrarle de mil maneras tu amor? Es lo que quiero hacer hoy. Todo hoy.

-Súbete al coche- le ordeno sonriendo.

-¿En qué estás pensando?

***

-¿Estás segura?- me pregunta una y otra vez.

-No es la primera vez que lo hago.

-No, si ya... Pero ¿y si nos separamos? Esto dura toda la vida.

-¿Estás diciendo que quieres separarte?

-¡No!- alza la voz con miedo- Sólo digo que un tatuaje es para toda la vida.

-Tampoco sabes lo que quiero hacerme.

Se calla y noto que esta batalla la he ganado. No es la primera vez que me tatúo pero es la primera vez que me pongo muy nerviosa. Pienso en la frase perfecta y el sitio perfecto.

Le susurro a mi querido amigo Ryan lo que quiero hacerme y éste asiente con una sonrisa traviesa.

-Da un poco de miedo- me susurra al oído.

-Es la verdad.

Tras cuarenta minutos de sufrimiento, Ryan acaba y llama a mi maridito para que venga conmigo. No he querido que esté aquí porque quería que fuera una sorpresa.

-¿Lo puedo ver?- pregunta sonriendo.

Me giro en su dirección y dejo que eche un vistazo a la obra maestra de Ryan. Debajo del pecho izquierdo se puede leer perfectamente:

Solo la muerte nos separará. Max.

Ahora mismos no sé en qué pensar al ver la cara de Max. Su rostro es pálido como si haya visto un fantasma.

-¿No te gusta?

-¿Por qué últimamente hablas tanto de morir?

-Ya te lo he dicho, Max, es inevitable.

Ryan nos deja un momento solos y le agradezco por ello. Ahora mismo me duele todo pero creo que más me duele el corazón. A Max se le llenan los ojos de lágrimas y no entiendo nada.

-Deja de pensar en eso. Sé lo que pretendes y por favor, no lo hagas.

-¿Hacer el qué?- pregunto confundida.

-Suicidarte, morir por mí. Lo he visto más veces y no pienso que te ocurra a ti. Si alguna vez se te ha pasado esa idea por la cabeza... Te juro que me destruirás.

Me levanto de la camilla y le cojo el rostro entre las manos. Nos juntamos en un beso y le limpio las lágrimas traviesas que han osado salir.

-No pienso morir nunca. A no ser que el destino lo quiera.

***

Lloro de amor... Quiero un novio por favor (stop quejas).

¿Qué os parece el capítulo? Anuncio que quedan exactamente 1 capítulo y el epílogo. Llega el final de mi querida historia y me da tanta pena que hasta me pongo a llorar.

He vivido esta historia a mil, sintiéndolo a tope como si me pasara a mí la historia de Julie. He llorado, he reído (poco pero he reído) y me he emocionado porque gracias a esta historia creo que voy desarrollando mis cualidades de escribir.

No me quiero enrollar más...

Os quiero, besooos. ❤

Pídeme un besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora