Capítulo 18

92 10 0
                                    

Llevo todo el día esperando un mensaje, una llamada o algo de Max. Desde que se fue a la fiesta no ha dado señales de vida.

Y ahora es cuando la bombilla de alarma de mi cabeza se enciende. No soy muy celosa pero, pienso que está con otra chica. Puede que esté más buena que yo.

Por un momento, me vino la imagen de Sophie y Max agarrados de la mano. No quiero pensar en ellos. Max es mío, no suyo. ¿Le habrá pasado algo a Max? Intentaría llamar a alguno de la fiesta pero, no conozco a nadie.

Tengo que relajarme, ya llamará. Necesito descansar. Mañana otro día.

Oigo el tono de llamada de mi móvil y me despierto de golpe. Pulso en la pantalla la tecla verde y oigo la voz de Max.

-Cielo... Lo siento.

-¿Qué lo sientes? ¿Qué sientes? Porque yo lo que siento es decepción. Has tenido todo el puto día de ayer para llamarme y decirme que estas bien- suspiro agotada y tras un largo silencio digo: Y como veo que no tienes que decir nada, adiós.

Cuelgo y dejo el móvil en la mesilla. No es la primera vez que discutimos pero, esta vez va en serio. Normalmente discutíamos por chorradas.

Me meto en la ducha. Tengo tantas cosas por las que pensar. Empezando por el baile de fin de curso. Quedan dos semanas y yo sin vestido. Pareja está claro que la tengo, aunque no me lo haya pedido. Mañana voy a alguna tienda a ver si me compró algo.

El agua caliente recorre mi cuerpo mientras mi mente va hacia la posibilidad de trabajar. Llevo tiempo pensando en eso pero, aún no me he puesto a buscar. Desde mañana intentaré buscarme algo.

Salgo del baño enganchada a mis pensamientos. El amor es tan bonito pero a la vez tan difícil y doloroso. No creo que Max vaya a venir para seguir discutiendo o sí. Necesito saber que ha hecho todo el día de ayer.

Me visto con la ropa de ayer y bajo a desayunar. De pronto, se oye el timbre. Abro la puerta y veo a Max con los ojos inyectados en sangre y con unas pintas horribles. Huele a alcohol.

-Nadie te ha invitado a venir- digo con un tono frío. Me sorprendo al oír ese tono de voz saliendo de mi boca.

-Tenemos que hablar.

-¿De qué? ¿De por qué sigues borracho o de por qué no sabes llamar para que tu novia no se preocupe?- pregunto poniendo énfasis en"tú novia".

-Lo siento.

-¿Qué has hecho ayer en todo el día?- pregunto cada vez más enfadada.

-Estuve en casa de Joseph ¿contenta? Y no, no estuve con ninguna tía- se aproxima a mí y me envuelve con sus brazos. Estoy tan enfadada con él pero, sus abrazos, sus besos y cada tacto de él me confunde y no sé que hacer.

-Se me fue de las manos. Empecé a beber y a beber, y bueno estoy aquí. Y supongo que estoy bien- intenta explicarme tartamudeando.

-No me gusta enfadarme contigo y lo sabes.

-Te quiero- dice besándome la frente.

Es tan dulce, tan cariñoso pero, siento que miente. Algo dice que me está mintiendo.

-Ven conmigo al baile- me pide. Sus labios rozan la piel de mi cuello. Este chico me vuelve completamente loca.

-No lo dudes.

Me dejo arrastrar por sus besos, sus caricias. Son tan cálidas. Me hacen sentir fuerte pero, sé que no soy fuerte. Sus dedos descienden por mi abdomen. Y me acuerdo de que está borracho.

-Max... Hoy no- le susurro al oído. Mis palabras no son firmes y no creo que me haya oído así que le aparto y me pongo de pie.

-Te deseo Julie- dice pasando su juguetona lengua por sus labios. Yo le deseo más que a nada en el mundo pero, borracho no.

Pídeme un besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora