Capítulo 33

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"El amor nos da fuerzas para tareas imposibles." Paulo Coelho.

Ocho años después

"Hasta nunca" dos palabras llenas de dolor que siguen clavadas en mi alma. Pensé que no seguiría, que sin él no soy nadie y aquí estoy, más feliz que nunca. Después de aquel día lleno de emociones hace ocho años, no he vuelto a saber nada de mi pasado amor. Hay un punto y final en toda la historia.

Ahora todos los medios de comunicación intentan emparejarme, saber más de mi vida y seguir el juego a la televisión.

Sigo buscando mi camino, intento encontrarme a mí misma. Ya no recuerdo la última relación seria que tuve. Dios mío, sigo sola.

Dejé el modelaje para dedicarme a ser agente publicitario y me va estupendamente. No puedo pedir más.
Lo malo de todo esto es que sigo el paso de Max por Facebook. Definitivamente soy una acosadora. Sigue viviendo en Chicago y lleva saliendo con una chica pelirroja cinco años. Aunque no me lo crea ni yo, me alegro por él.

-Pasa, Julie- dice la psicóloga y de nuevo estoy en la cruda realidad de mi vida, lejos de mis pensamientos.

-Hola- la saludo con dos besos. Me indica que me siente y acepto encantada.

Sí, voy al psicólogo. Quise ver si alguien podría ayudarme a saber quien soy y que quiero en mi vida y; poco a poco lo voy consiguiendo.

-Dime, ¿qué te ronda hoy por la cabeza?- me anima hablar la psicóloga.

-Lo mismo, nada.

-Bueno, empezaremos hoy con nuevos propósitos en la vida.

La sala se queda en un silencio incómodo. ¿Propósitos en la vida? El primero es encontrar a mi alma gemela, como le dije a Max.

Max. Él. Sigue rondando en mi cabeza sus verdes ojos y su gran sonrisa. Hice un error del que me arrepiento todos los días pero todo el mundo comete errores, ¿no?

-Quiero ir a Chicago- suelto sin pensarmelo dos veces.

-¿Para qué? ¿No querrás verle otra vez?

-Quiero verle, quiero sentirlo de nuevo. Cometí un grave error dejar lo nuestro.

-Él ya tiene construida una vida, no se la arrebates. No reabras la herida que ya cicatrizo- me aconseja. No pienso escucharla. Es mi vida.

-Usted no entiende que todo el tiempo pienso en él. Sigo queriendole.

-Julie, a lo mejor él no te quiere ver- sus duras palabras se graban en mi corazón.

-Quiero comprobar si es verdad.

Me despido de ella y pienso en regresar a casa.

Conduzco hasta el supermercado a comprar algo para cenar. Aparco el coche en el aparcamiento del supermercado.

Miro los diferentes platos precocinados y me es imposible escoger. Al final me compro dos de cada y tan feliz que estoy.

-¿Hola?- una voz masculina familiar se dirige hacia mí y me doy la vuelta. Me sorprendo al ver al amigo de Max, James. - Me suenas de algo.

-Ya, soy la ex de Max- sonrío incómoda.

-No me digas, estás preciosa.

-Pensé que eras de Montana.

-He venido a pasar las vacaciones. Pensé que eras de Chicago.

-Me mudé.

Un silencio poco cómodo reina entre nosotros hasta que James rompe el hielo.

Pídeme un besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora