lovers rock ⭒ nancy wheeler.

13. halloween's party.

13. fiesta de halloween.

Los aspersores de la casa de los Wheeler se activaron a las ocho en punto, como de costumbre, y rociaron el césped del patio delantero y las flores que Karen había estado intentando crecer. El sonido de los aspersores se combinó con el grito femenino que salió de la vieja TV, en donde una película de terror rodaba.

El grupo de preadolescentes no tenían planes extravagantes para pasar ese 31 de octubre. Se habían disfrazados de cazadores de fantasmas (nuevamente) y habían decidido tener un maratón de películas de terror mientras se devoraban un bol entero de palomitas con m&m.

Nancy Wheeler estaba a cargo de velar a su hermano menor y sus amigos —ya que sus padres habían salido a pasear a Holly por el vecindario para recoger dulces—, así que estaba en un sillón, apartados de ellos, con un libro de aventuras de Sherlock Holmes —que había dejado abandonado hacía un buen tiempo atrás— pero se le hacía imposible concentrarse con la música de fondo que salía de la película cada que el asesino se aproximaba a su siguiente víctima.

La puerta del sótano, que daba al patio trasero, sonó por toda la habitación, mientras se abría lentamente. Todos, a excepción de Nancy que solo bufó con aborrecimiento, soltaron un grito, y Dustin, quien tenía el bol de palomitas, brincó y aquello causó que las palomitas volaran por el aire hasta caerle en el cabello a Indiana y Max.

—No sean tan llorones —Nancy se quejó, rodando sus ojos y levantándose en dirección a la puerta—. Por eso sus madres no los dejan ver películas de miedo —murmuró la de rizos a la vez que veía quien había abierto la puerta.

Quedó plasmada, con la mano sobre el picaporte, con una expresión de confusión y diversión asomándose en su rostro.

Frente a ella se encontraba un trío disfrazado. Alaska, en el medio, estaba con su cabello rizado con calor, un gorro puntiagudo de bruja y un vestido de encajes hasta las rodillas. También tenía sus labios pintados de negro, y un cuchillo de plástico descansaba en su mano. A su lado derecho, estaba Piper disfrazada como Lydia de Beetlejuice, mientras que al lado izquierdo de Alaska, había alguien encapuchado y con una mascara de Michael Myers que seguramente no le dejaba respirar con comodidad.

—Esto tiene que ser una broma —Nancy cambió su expresión, sin embargo, se hizo a un lado para dejarlos pasar. Cerró la puerta tras ella, viendo como los tres se dispersaban por el sótano—. ¿De verdad lo sacaron así a la calle? —Nancy preguntó, señalando a Eddie, quien acababa de quitarse la máscara.

Dustin pausó la película.

Alaska se había dejado caer en el sofá, justo entre Indiana y Max. Su hermana menor le dedicó una mirada despectiva. Seguía molesta con la rubia por haberse entrometido en lo que tanto impidió que no se involucrara. Además de que Alaska no la había ido a ver, como si se hubiera olvidado de ella.