08. we're fine.

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08

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08. estamos bien.



Nancy mintió. No todo fue investigar, jugar a ser detectives y violar la ley en orden para poder hacer justicia. Al menos, no en un principio. No. Nancy, en realidad, terminó yendo a cubrir un turno en la biblioteca del pueblo. No trabaja por contrato ahí, pero se le llamaba cada que alguna de las dos bibliotecarias faltaban. Ese día, la dulce Joanne y la cascarrabias de Rita no pudieron llegar a sus turnos. Joanne porque su hija de seis años atrapó un virus, de esos que duran veinticuatro horas, y tuvo que ir al pediatra —también terminó atrapando el virus, ambas tiradas en la cama Joanne, mientras que Rita tenía sus citas rutinarias con el cardiólogo.

Fue ahí cuando Nancy, sin haberle dicho de antemano a Alaska, se dirigió a la biblioteca.

No abría hasta las 8:30 a.m., y adentro solo estaba un señor de mantenimiento y una señora que trabaja en el almacén.

Nancy sabía que lo mejor que hizo fue no haberle dicho a la rubia, pues sabía que la Dumont se negaría a acompañarla durante cinco horas —ya que Rita llegaría a las 12:30 p.m. La verdad es que, Nancy no quería salir a las doce para buscar a Alaska en su casa en el lago. Le aterraba, luego de lo de Fred, ir por esa ruta sola.

Alaska sintió que aquellas cinco horas fueron las más eternas de su vida, incluso más eterna que su minuto haciendo la plancha en Educación Física. Durante el turno, fue al pequeño cuarto en la planta de arriba y se sirvió café, recibiendo una mala mirada por parte de la señora que trabajaba en el almacén. Luego, molestó un poco a Nancy y está le asignó una tarea, ya que Alaska se lo rogó o sino «se moriría de aburrimiento». Así que, por una hora, estuvo escabulléndose entre los estantes, acomodando los libros que tenía en aquel carrito, el cual a veces se trepaba en él y corría por los pasillos, como solía hacer con los carritos de compra cuando iba con su mamá al supermercado. Pero se terminó aburriendo, y fue a la heladería de enfrente, y estaba tan vacía que no estuvo ni cinco minutos allí. Regresó con su malteada de chocolate y se entretuvo un rato con algunos de las personas que visitaban la biblioteca.

Finalmente, Rita arribó a la biblioteca, con una sonrisa media tiesa al darse cuenta en qué condiciones Nancy, y Alaska, le entregaban la biblioteca.

Las dos jóvenes se montaron en el auto y condujeron en dirección a los tráileres, en donde Max Mayfield se encontraba viendo la televisión. Nancy sabía que la pelirroja no estaría en la escuela. Desde la muerte de Billy, había caído un poco en depresión.

Nancy, con su cuaderno en una mano y su bolígrafo en otra, interrogó a Max Mayfield y la hizo relatar su versión de la noche en la que Chrissy Cunningham murió.

—¿No viste o escuchaste a Piper Kirkwood? —Nancy preguntó, mirando a Max jugar con las mangas de su suéter azul marino. Aquel mismo que tenía puesto la mañana en la que el cuerpo de Chrissy fue descubierto y notificado a la policía.

lovers rock  ⭒  nancy wheeler. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora