Change - percy jackson

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Luego de qué haya sido asignado en una habitación, qué era más grande qué su casa, a un lado de la de Tyson, Percy fue amablemente obligado por un par de señoritas a tomar un baño. Intentó explicarles qué podía tallar su cuerpo solo, o siquiera enjaguar su cabello, pero ninguna le hizo caso y lo siguieron bañando con delicadeza, como sí se tratase de alguno de esos príncipes estirados qué conoció.

Mientras era vestido también (a ese punto ya se sentía un completo inútil) pudo dimensionar el problema en el cuál se habían metido. Habían abandonado su mundo en medio de una batalla muy importante, la cuál definiría sí Cronos volvía o no, culpa del psicópata de Luke; aunque viendo la parte buena, el Vellocino de Oro también había viajado con él y estaba acompañado por sus amigos, era un enorme consuelo a la falta qué, estaba seguro, le haría su madre. Pero viendo la parte mala, no sabía dónde mierda estaba.

Les había preguntado a esas chicas y le explicaron más o menos qué estaba ocurriendo, con mucho disimulo y frases con doble sentido para su gusto, además se le hacía complicado entender algunas palabras qué eran demasiados formales para él. Pero finalmente entendió qué estaban en el año 129, en un lugar llamado Westeros el cual era gobernado por los Targaryen luego de algo llamado la "Conquista" o algo así, y qué en ese momento el medio hermano y primer heredero varón del padre de Rhaenyra (la mujer qué estuvo con ellos, eso Percy sí lo sabía) había usurpado su trono luego de qué ella haya sido la proclamada heredera desde, bueno, siempre.

Un reverendo hijo de puta. Estaba seguro de qué a Annabeth le caería mal, tal vez a Clarisse también.

Y qué esa era la razón por la cual la hija de la Reina nació y falleció prematura, y a consecuencia de eso él estaba siendo preparado para lucir de manera "apropiada y digna" frente a los Reyes, los cuales estaban muy ansiosos por verlo luego de qué Jace le haya contado sobre su propuesta.

Sí, tal vez se tomó mucho atrevimiento, pero no pensaba llamar a ese estirado Jacaerys cuando podría decirle Jace. Era mucho más fácil.

Fue algo incómodo para él cuando las desconocidas comenzaron a juguetear entre ellas sobre qué aceites y perfumes colocar en su cabello y de qué forma quedaría mejor, como sí fuera un muñeco Ken, para qué finalmente lleguen a una misma conclusión.

— Tiene los rizos parecidos al principito Lucerys. — dijo la más joven de ellas, armando sus rizos con sus dedos. — Sí los arreglamos de la misma manera, quedará igual de hermoso qué su Majestad.

— No hay belleza qué se compare a la del príncipe Lucerys. — determinó la más grande, la cuál ya parecía contar con sus buenos años. — ¡Tiene la misma belleza de la Reina Aemma! Oh, sí hubieras visto a esa mujer. Su nieto le hace honor a su hermosura.

— Bien, gracias por decirme qué soy más feo qué él. — dijo indignado Percy, bufando mientras las señoritas se reían, como sí él hubiera bromeado. —

Definitivamente no estaba bromeando.

Cuando finalmente se vio librado salió de esa habitación, encontrándose primero a Grover, el cuál venía con una emocionada sonrisa en su rostro.

— ¡Son los pantalones más cómodos qué tuve jamás! — festejaba mientras daba saltos. — Y milagrosamente nadie entró para cambiarme y bañarme. ¿A ti cómo te fue? Yo pude escuchar a Clarisse discutir desde mi habitación.