12 - Cuidados

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《Tu puedes Emma. Solo un resfriado. No seas tan débil》

Cada movimiento hago se siente como si cientos de cuchillas fueran clavadas en todo mi cuerpo.

Me levanto de la cama y busco algo cómodo para ponerme. Elijo un pantalón de chándal beige y el buzo que me dieron del staff pero que aún no había usado, ya que los días están bastante agradables últimamente. 

Terminó por ponerme mis vans y sujetar mi cabello en un moño despeinado. Esta vez no hago mucho por mi imagen. Dejó caer dos mechones que cubren algo mi cara, para disimular lo destruida que se debe ver. El tono de mi piel está más pálido de lo normal, debajo de mis ojos dos ojeras pronunciadas se dejan ver y mi nariz se encuentra roja debido a la congestión que tengo.

Agradezco que Silver no esté. Estaría haciendo un escándalo ahora mismo por mi estado. Y por el hecho de que voy a trabajar igual. Su hermano está de vacaciones en España así que, por varios días va a dormir en su casa para compartir tiempo con él.

Una vez que tengo todo lo necesario. Tomo un analgésico y sin más salgo del motorhome para comenzar mi día laboral.



~~~

—Creo que estás demasiado abrigada, para el clima que hace — la voz divertida de Enzo, habla a mis espaldas mientras preparo todo para el maquillaje de hoy.

Estoy a punto de responder, cuando giró para encararlo, pero una seguidilla de estornudos me interrumpe. Cuando terminan, limpio mi nariz con un pañuelo descartable y lo tiró en el cesto.

—¿Estás bien? — Enzo intenta acercarse a mí pero lo detengo con la mano.

—No te acerques o voy a contagiarte — le digo mientras rebusco en el bolsillo de mi buzo — estoy bien, es solo un poco de gripe — le resto importancia a la vez que encuentro el barbijo descartable y me lo coloco — Pero no te preocupes me vine preparada — sonrió a pesar de que no puede verlo.

El me mira con una mezcla de horror y diversión

—Yo no diría que es solo una gripe. Te ves como mierda — me señala con su índice y yo lo fulmino con la mirada.

—Ya siéntate — ignoró su comentario mientras me corro de su camino para que pueda tomar asiento.

El no deja de hacer comentarios acerca de que me vaya a descansar, que otra persona puede reemplazarme y de lo mal que me veo. Yo por el contrario, no dejo de ignorar sus comentarios mientras lo maquillo.

Cada tanto me veo obligada a interrumpir mi labor para apartarme por algún estornudo que me invade. Enzo aprovecha esos instantes para hacer algún comentario burlón acerca de lo débil que soy.

—Oh disculpame por no estar acostumbrada a estar horas bajo el hielo y hacerme inmune al frío — digo sarcásticamente. Y Enzo larga una carcajada.

—Debo confesarte que tomo muchos complementos vitamínicos, para que mi sistema resista el frío. No soy tan fuerte como creías — hace un gesto de pesar.

—Ya deja de moverte que no puedo trabajar así— lo regaño

—Lo siento lo siento — levanta las manos en símbolo de rendición.



Media hora después el trabajo está terminado.

—Realmente te ves hecho mierda — lo miro orgullosa, por mi trabajo

—¿Gracias? — medio ríe.

De repente un escalofrío me recorre de pies a cabeza y una punzada en mi cabeza me hace agarrar esta con las dos manos. Es como si mi cerebro, ahora que termine de trabajar, le hubiese dado a mi cuerpo el permiso para, por fin recaer. Me saco el tapabocas para poder respirar mejor y lo guardó en el bolsillo de mi buzo.

ECLIPSED - Enzo VogrincicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora