25 - Golpe

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Enzo no despega sus ojos de los míos y yo no puedo hacer otra cosa, más que sostenerle la mirada. Me es imposible hablar, incluso no creo estar respirando como se debe y se que no es debido a la mirada de hielo puro que me dedica, sino es la sonrisa teñida de rencor que me dedica.

Abro la boca para decir algo pero Franco es más rápido que yo.

—¿Entonces almorzamos juntos? — dice mientras se coloca a mi lado y pasa un brazo por mi cintura para atraerme más cerca a su cuerpo. Todo mi cuerpo se tensiona ante su gesto asique lo miro con el ceño fruncido. Pero Franco ni siquiera se percata de esto, toda su atención está puesta en Enzo, quien le sostiene la mirada. Quiero que la tierra se abra y me trague en el momento que soy consciente del desafío implícito que hay entre ellos.

Miró a Simón suplicante esperando que entienda mi pedido de ayuda para salir de esta situación.

—Podemos dejarlo para otro día, no queremos interrumpir sus planes — dice Simón y quiero correr a abrazarlo.

—No siempre se dan estas oportunidades — Enzo mira fijamente a Franco mientras habla — Y en nuestra mesa hay lugar de sobra.

—No se diga más entonces, vamos a ordenar la comida — dice Franco quien después de dedicarle una última mirada a Enzo, me mira y me sonríe.

Esto no puede estar pasando. Sé todas las cosas que deben estar pasando por la cabeza de Enzo en este momento y sé que merece una explicación, si bien no somos nada y nunca estuvimos cerca de serlo, no quiero que tenga una imagen errónea de mi. Pero también sé que jamás voy a poder hablar con él mientras Franco esté a mi alrededor.

—Emma dejemos que Franco y Enzo pidan mientras nosotros nos ubicamos con los demás. Se pondrán felices de verte— Simón habla más rápido de lo que mi cerebro puede procesar ya que no me da tiempo a protestar mientras toma mi mano y empieza a tirar de mí en dirección a las escaleras.

El hecho de que Franco y Enzo estén solos es la peor idea de todas. Pero se que necesito hablar con Simón y explicarle el lío en el que me encuentro, para que pueda ayudarme a salir de esta situación.

—¿Qué carajos está sucediendo Emma?— Simón pregunta exasperado mientras nos ubicamos en una mesa vacía en una esquina alejada del salon.

—Es largo de explicar, prometo hacerlo, pero ahora necesito que me ayudes a salir de aquí. La idea de Franco y Enzo juntos no es buena — digo en un suspiro

—Lo lamento, pero no hay nada que pueda hacer ahora. Si, puedo prometerte que intentaré que el almuerzo termine lo más rápido posible — dice y hace una mueca, a lo que yo suspiro mientras me paso las manos por el rostro —Creíamos que estabas en Canadá, eso nos dijo Silver. ¿Mintió o qué fue lo que pasó?— me mira extrañado.

—Cómo te dije es largo de explicar pero básicamente la noche antes de volver Enzo y yo estuvimos juntos —mis mejillas se sonrojan al decir esto — pero me fui mientras dormía y le pedí a Silver que no le dijera que estaba en Buenos Aires — hago una mueca.

—Ahora entiendo porque estaba tan desesperado ese día —parece hablar para sí mismo —¿Por qué te fuiste? ¿Enzo te hizo algo?¿Te lastimó de alguna manera? — Noto como su mirada pasa del asombro a la seriedad y preocupación de un segundo a otro.

—¡No! — chillo alarmada — todo lo que pasó fue porque ambos quisimos — digo y desvío mi mirada hacia el suelo y Simón suspira aliviado.

—Con los chicos creíamos que Enzo se había comportado como un hijo de puta y por eso te habías ido — y lo miro con reproche —En nuestra defensa el no tiene buena fama con las mujeres y aparte de eso, es cero comunicativo — levanta las manos como si lo estuviese apuntando con un arma —El, solo preguntaba por ti, si alguno de nosotros sabía algo. Pero jamás nos contó nada de lo que pasó.

ECLIPSED - Enzo VogrincicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora