Capítulo 12 - Hogar

1.2K 160 85
                                    

El señor Jeon se levantó de la mesa con un gruñido, y comenzó a caminar lentamente por su despacho mientras se masajeaba las sienes. Las luces de neón del techo le estaban dando dolor de cabeza, pero sabía que, lamentablemente, aún le quedaban varias horas de trabajo. A pesar de que era sábado, un imprevisto de última hora había obligado a ir a la oficina de forma urgente, y a su malestar por ello se le había unido la culpabilidad de que Taehyung al saberlo había insistido en ir a echar una mano.

— Señor Jeon, voy a ir a por una bebida caliente. ¿Le traigo un café? — dijo de pronto la voz de su secretario, asomando la cabeza por la puerta.

Al inclinarse sobre el marco de la puerta, el collar de sumisión asomó ligeramente por el cuello de la camiseta de Taehyung, haciendo al CEO sonreír casi en contra de su voluntad como un lunático. A pesar de que llevaba años siendo amo en dinámicas BDSM, era la primera vez que siquiera se planteaba regalarle algo así a su sumiso.

Para él, había sido un momento crucial darse cuenta de que quería llevar su relación de amo/sumiso al siguiente nivel, y le había dedicado semanas a buscar el diseño perfecto para él: discreto, pero que hiciese destacar la belleza de su dueño. Y tras varios días con el collar escondido en su penthouse, dudando si era lo correcto darle algo así y sintiéndose inseguro por si el otro no se sentía cómodo con el gesto, el entusiasmo y la emoción que demostró Taehyung al recibirlo fue un alivio y una fuente de alegría. Ya había pasado más de una semana, y aun así cada vez que recordaba sus ojos brillantes mientras le ponía el collar aún le emocionaba como el primer día.

— No, gracias, cie...— empezó a decir el CEO, corrigiéndose rápidamente— No, gracias, señor Kim. No quiero nada.

— Pero señor, no ha querido comer nada más que un par de zanahorias y unas cerezas en todo el día. Por favor, aunque sea, tome algo que le temple el cuerpo.

— Está bien, tráeme un vaso de leche caliente con cacao.

— ¿Planea echarse una siesta, señor? — preguntó Taehyung con voz correcta, pero ocultando una sonrisa por la pequeña provocación.

— Preferiría otra clase de leche caliente, pero no creo que fuese a añadir mucho a mi alimentación.

— ¡Señor Jeon! — exclamó Taehyung, tapándose la boca, riéndose con incredulidad.

— Has empezado tú— respondió el hombre con una media sonrisa, volviendo a sentarse en su silla.

En cuanto su secretario desapareció por la puerta, el señor Jeon apoyó la cabeza en sus manos, intentando no pensar en el pequeño lapsus que había tenido, pero fallando catastróficamente. ¿Cómo podía haber estado a punto de llamarle "cielo" en un contexto profesional? El trabajo de Taehyung era, entre otras cosas, encargarse de que tuviese todo lo necesario para cumplir con sus funciones, y por un momento había confundido la excelencia que Kim había demostrado siempre en su trabajo con una preocupación más íntima. Quizá tenía razón Taehyung cuando decía que a veces le costaba diferenciar entre su relación profesional, su relación íntima y su amistad. Y cuanto más tiempo pasaban juntos, más se difuminaban aquellas líneas divisorias, lo cual tenía grandes ventajas, pero también el inconveniente de que estos lapsus le ocurriesen incluso a él.

Agitando la cabeza para intentar ordenar sus pensamientos, el señor Jeon volvió a fijar la vista en la pantalla de su portátil, donde se mostraba una tabla de Excel con los datos de ventas de los últimos meses. Literalmente, la parte que más odiaba de su trabajo: Analizar datos.

Él amaba la emoción de las negociaciones. Ver a sus contrincantes perder. La competición. ¿Pero pasarse un sábado entero leyendo más y más estadísticas? Era lo más cercano al infierno para él. En silencio, Taehyung volvió a entrar en el despacho con un vaso de cartón que dejó junto a él, y un pequeño muffin de color pardo y pequeñas hebras de color naranja asomando aquí y allá.

Kim's secret [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora