Los días siguientes a su declaración fueron una espiral de amor, sexo y pedidos de comida rápida que les dejó a ambos tremendamente agotados, pero infinitamente satisfechos. Por la mañana del sábado, redactaron su nuevo contrato sexual, esta vez representando los deseos de ambos. Sin embargo, tras firmarlo decidieron fingir que habían olvidado su existencia. Secretamente, ambos deseaban experimentar un poco más de aquella intimidad delicada, de ser ellos mismos sin tener que interpretar un papel, y recibir a cambio la mejor versión del otro: Divertidos, tímidos, apasionados, intensos, tiernos y todas las variaciones de sus "yo" verdaderos.
Pero, aunque lo deseasen con desesperación, el poder del señor Jeon no era lo suficientemente grande como para ser capaz de detener el tiempo, y con la llegada del domingo por la noche, llegó la terrible consecuencia de tener que prepararse para volver a la oficina al día siguiente.
Sin embargo, el dolor por la llegada inminente de la rutina se vio dulcificada por las palabras de aliento y los besos compartidos, prometiéndose el uno al otro que solo tendrían que comportarse profesionalmente unas horas, y que pronto podrían volver a estar bajo las sábanas, contándose al uno al otro los secretos que albergaba su alma.
Al llegar a la oficina por la mañana, Taehyung no pudo suprimir la sonrisa al ver que había un vaso de papel humeante con un una notita pegada, y dejó que la anticipación creciese dentro de su pecho mientras preparaba su mesa para el trabajo y guardaba su maletín. Solo cuando estuvo sentado tras el escritorio, agarró la nota con la punta de los dedos para despegarla y poder leerla discretamente.
"Té negro especiado con leche desnatada espumada y 3 sobres de azúcar. Espero que tenga un día de trabajo excelente, señor Kim. JK"
Aquella formalidad cuando lo último que le había dicho en persona unas horas antes había sido "si no te bajas del coche ya, voy a besarte. Y si te beso, no voy a poder dejar que te vayas a tu casa en toda la noche" le sacó una sonrisa al secretario, quien le dio un trago a la bebida mientras iniciaba su rutina con una sonrisa.
Entre sorbo y sorbo de su bebida, fue empezando con su trabajo de siempre: Poner al día la agenda del CEO, adelantar documentación, y preparar los dosieres para la reunión general semanal con todos los departamentos de la empresa para poner en común el trabajo que se estaba realizando. Estaba tan concentrado, que solo se dio cuenta de que no estaba solo cuando una voz femenina y chillona le sobresaltó.
— ¿Nos vas a atender, o qué? —dijo la mujer de mediana edad, levantando la barbilla en una postura altanera. Junto a ella, un hombre de edad similar le dedicó una mirada de indiferencia.
— Disculpen, señores—respondió el secretario— ¿En qué puedo ayudarles?
— Veníamos a ver al señor Jeon.
— ¿Tienen una cita?
— ¡Pero cómo te atreves! —exclamó el hombre, indignado— ¿Por qué iba a pedir una cita para ver a mi...?
— ¿Papá? ¿Mamá? ¿Qué hacéis aquí? —dijo la voz del señor Jeon, asomándose por la puerta de su despacho.
— ¡Disculpen, señores Jeon! —se apresuró a decir Taehyung, levantándose de un salto y haciendo una reverencia.
— Si, ahora nos haces la reverencia, maldita sea...—dijo entre dientes la madre.
— Por favor, pasad a mi despacho—dijo el señor Jeon con semblante serio— Y hacedme el favor los dos de tratar al señor Kim con respeto.
— ¡Jungkook! ¡Trataré a mis subordinados como me dé la gana! —exclamó el padre.
— No son tus subordinados, son los míos, y te exijo que los trates con respeto—dijo con firmeza el señor Jeon.
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Kim's secret [TERMINADA]
Fiksi PenggemarJeon Jungkook es un hombre arrogante e insufrible, famoso por ser uno de los más implacables CEOs de Korea del Sur. Todo el mundo sabe que solo tiene una debilidad: las cerezas. Pero desde hace unos meses, eso no es totalmente cierto. Ahora, Jeon Ju...