Cuando, Donde y Como el Amor Quiera ❧ Englot

Marche presa

Entrenamiento de las Liberty – viernes por la noche

— Todas al centro de la cancha – La entrenadora llamaba a su equipo a reunirse – Bien... – empezaba – Debido a los buenos resultados – las chicas habían ganado todos sus partidos por el momento – y a que contamos con la líder en puntos y asistencias de la liga – obviamente señaló a Charlotte para disgusto de algunas – Tienen el fin de semana libre – anunció a su equipo –PERO – hizo callar el murmullo general que se había formado – no quiero ningún escándalo y el lunes por la mañana las quiero a todas a primera hora acá... Sin falta –las jugadoras asintieron —¡A LAS DUCHAS! – Las despidió la coach – Austin ¿qué haces? – La coach frenó a Charlotte que estaba por seguir practicando sus lanzamientos.

— Eh... iba a seguir tirando al aro... — se justificó la jugadora estrella

— Charlotte necesito que descanses... corres todos los días, vas al gimnasio y entrenas. Deja eso – le sacó la pelota – Ve a divertirte – la echó Arizona

— Pero...Sólo cinco minutos más —no le gustaba que le quitaran la pelota, tuvo que activar sus pucheros.

— ¡Demonios Austin! Tú y tus caritas de lastima. Ok sólo cinco y los estaré contando desde... ¡YA! – La entrenadora no podía disimular su preferencia por ella.

Luego de fracasar en su intento de convencer a Su entrenadora para que le diera cinco minutos más adicionales a los cinco primeros, Charlotte se fue a los camarines con el resto de su equipo.

— ¡Char! – la llamó Nikki – Vamos a ir a festejar nuestras victorias y tienes que venir con nosotras – le dijo su compañera sin dejarle lugar a negativa.

— No se Nik... — La verdad que lo único que quería hacer Charlotte era estar con sus Waraha.

— Oh.. vamos Char, tu eres la que nos ha hecho ganar los partidos, tenemos que mantener el alma del equipo unida. Es esta noche nada más por favor. Tu más que nadie sabes que importantes que son estas salidas para el éxito de un grupo – resaltaba la alero suplente del equipo.

— Parece que Austin no tiene permiso para salir. ¿Qué pasa se enteraron de tu vida de mujeriega y tu ama no te suelta la correa ahora? – La capitana se metía en la conversación. Desde que Charlotte se estaba llevando todas las primeras planas en el ambiente Torres no dejaba de fastidiarla. A Charlotte le quedaba cada vez menos paciencia.

— Esta bien, dime donde nos encontramos – aceptó la propuesta sin prestarle atención a las provocaciones de la capitana. La deportista sabía que para mantener el equipo unido tenían que cultivar buenas relaciones afuera de la cancha y una salida no le iba a hacer mal ¿cierto?

Departamento de Engfa – Una hora más tarde

—Que no Freen, que no me quiero quedar con ese gato, ni con ninguno – la latina llevaba un buen rato tratando de que su amiga aceptara cuidar a Tlacoyo por una semana – Además Becky no va a aguantar tanto sin él.

— Por favor E– rogaba Freen – Necesito demostrarle a Bec que la vida es mucho más bella sin una mini vaca que te raje la ropa o que te llene de pelos la cama. Piénsalo bien o aceptas o voy a tener que desaparecerlo por otros medios y ¿quieres ser cómplice de un asesinato? ¿Quieres?...

—¿Quién va a desaparecer? –la bailarina se sumaba a la escena.

— Eh... – Freen no sabía cómo carajo salir de la situación.

— Las revistas que Charlotte dejó en mi cuarto ayer – salvada por Engfa – Freen no las quiere asique estamos buscando una forma de hacerlas desaparecer – lo cual no era mentira.