Cuando, Donde y Como el Amor Quiera ❧ Englot

La bestia

A la mañana siguiente en el departamento de Engfa

- ¡Buenos días! – saludaba Engfa al despertarse a Freen y Becky que por pedido de la rubia se habían quedado cuidando a Kara y por lo tanto habían pasado la noche en casa de las Waraha.

- ¿Qué haces aquí? – Contestó Freen – ¿No me digas que te pasaste la noche teniendo sexo con el bomboncito mientras nosotras y tu hija dormíamos en las demás habitaciones? - preguntó asumiendo la abogada.

- Buen día para ti también Freen y no Charlotte no se quedó en casa – contó mientras se servía una taza de café.

- Buen día Eng – Becky si saludó – no le hagas caso a Lolo, está idiota porque no la dejé meterse en la ducha conmigo – Becky sabía cuáles eran las reglas en la casa de Engfa: 1) Nunca dejar a Kara usar la cocina sola y 2) No tener sexo en su ducha

- Gracias a Dios que existes tu para frenar al demonio sexópata de tu prometida Bec– le dio un beso en la mejilla.

– Además si Char y ella se hubieran quedado en casa teniendo dulces sesiones de amor nos hubieran invitado ¿cierto? – miró a su amiga para asegurarse.

La latina rio

-¿y ahora quienes es el demonio sexópata? – se burló de la rubia.

Engfa ignoró el tema. Después de haber terminado la cena en casa de Charlotte empacando sus ahora inexistentes juguetes sexuales, lo que menos quería la rubia era volver le a explicar a Becky que ella no estaba interesada en compartir de esa forma a Charlotte con la pareja de futuras esposas.

– A propósito, hay una caja en mi habitación que necesito que se lleven – les informó Engfa – tómenlo como un regalo de Charlotte.

Freen al escuchar regalo no la pensó dos veces y prácticamente voló a la habitación para estar de vuelta en la cocina casi en tiempo record.

- ¿No estarás muy desesperada? – Preguntó Engfa – antes que la habrás - porque sabía que lo iba a hacer – No quiero ningún tipo de bromas al respecto – pidió mirando a sus dos amigas.

- Ay Eng, Eng ¿bromas?, sabes que ese no es mi estilo – mintió la abogada abriendo la caja – ¡Por el amor de dios! ¿qué es esto? – preguntó por simple reflejo porque ya sabía de qué se trataba

- ¡Freen! – La avivo Becky - Son películas como las que te gustan ver a ti mientras tú crees que yo no estoy – confesó la bailarina.

- ¿Tú la dejas tenerlas? – pregunto sorprendida Engfa a la bailarina mientras Freen hurgaba en la caja sin prestarles atención a la conversación de las otras dos.

- Engfa créeme, hay veces que tengo que escapar de ella porque no puedo más y esas películas se convierten en mis mejores amigas ¿entiendes? – explicó Beck.

- Está toda la colección completa de Jessica Larsson – Freen no lo podía creer – Bueno ya sabemos quién es el demonio sexópata ahora eh... – concluía mirando a Engfa con una sonrisa maligna - ¿Y cómo es que decidió regalarlos? – preguntó curiosamente.

- Pues algo así como que yo la obligue – contó la rubia tratando de quitarle importancia.

Las otras dos la miraron inquisitivamente

- No me miren así... Es mi novia y yo...

-¿Tu novia? – preguntaron juntas

Engfa no pudo disimular la sonrisa, le encantaba decirlo – Si, si – solo dijo.

- ¿Si si? ¿Es lo único que vas a decir? – La presionó su amiga - llevamos meses aguantándote trapear el piso con tu cara larga y ahora lo único que dices es "si, si" – evidentemente eso no le alcanzaba.