Las mujeres de mi vida

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Domingo en la mañana – Casa Austin Waraha

- ¿Seguro que no quieren quedarse a desayunar? – Charlotte les preguntaba a sus amigas en voz baja. Freen y Becky estaban paradas enfrente de la puerta y cada una sostenía una niña dormida en sus brazos.

- Gracias Char pero Freen y yo tenemos mucho que hablar aun y está gruñona no ha podido dormir mucho por lo que veo – Freen estaba a puro bostezo.

- No sé cómo haces para dormir en ese condenado sillón lleno de niñas por todas partes – Las tres mayores miraron el sofá cama en el que ahora estaba Kara estirada como si fuera la dueña del mueble. Anne estaba a un lado de ella y le atravesaba una pierna por encima de su estómago mientras usaba uno de los pechos de su hermana como almohada. Maca ocupaba todo el otro costado y se había acaparado solo para ella las dos almohadas, una la usaba para su cabeza y a la otra la tenía abrazada como si tuviera miedo de que se le escapara. No crean que Scarlet estaba incomoda, la otra melliza había obligado a sus hermanas a dormir con las piernas encogidas ya que se había hecho ama y señora de la parte baja de la cama.

- Después de tantas noches en el sillón te acostumbras – se justificó la deportista

- Pero si me desperté porque la ratita menor me sacó la almohada no muy sutilmente – se quejó la abogada

- Maca siempre hace eso, no puede dormir sino tiene dos almohadas o al menos algo para abrazar – explicó – Agradece que al pececito no se le dio por recitar la poesía del otoño – dijo.

- ¿La poesía del otoño? – Era algo que a Becky le podía interesar

Antes de que Charlotte pudiera contarles, Scarlet se había parado en la cama y con los ojos cerrados empezó a recitar...

"El otoño es un enano, con un tarro y un pincel,

Pinta todo de amarillo pues no tiene otro color,

Va trayendo viento frío

Y llevándose el calor"

Hizo una reverencia y se volvió a acostar como si nada hubiera pasado.

- Bueno imagínate eso a la mitad de la noche – les dijo orgullosa de su hija

- ¡Por Dios Austin! Una de tus hijas roba almohadas y la otra es una poeta sonámbula. Le dije a Engfa que tanto sexo durante los embarazos iba a tener repercusiones – se quejó la latina dando paso a un nuevo bostezo.

- ¿Te vas a correr? – le preguntó Becky a la morena mientras caminaban hacia el taxi.

- Sip – le aseguró – Total tengo varias horas más hasta que mis mujeres se despierten – no era día de "madrugones" para todas las rubias de la casa.

- Mañana nos avisan lo que salga de la ecología...

- Ecografía Bec Bec – Dos hijas y todavía no se lo aprendía

- Eso...

- Por supuesto Bec, apenas sepa el sexo de mi bebe las llamo – les dijo

Becky le dio un beso y dejo que Charlotte se despidiera del dormido patito que tenía en sus brazos para después subirse al taxi.

- Oye bomboncito – la latina entraba en modo nervioso – Gracias por lo de anoche...

- Si es porque dormimos apretaditas y calentitas, ya sabes que no fui yo la que te hizo cucharita – Charlotte acarició a la cucharita llamada Gabriela que tenía cargada su amiga.

- Tú sabes porque lo digo – Era más que evidente

- Lo se Freen. Lo se. Yo no puedo concebir la idea de ustedes dos separadas y mucho menos si esa idea destroza a mi mujer – confesó – Hazla feliz Freen. Si Bec es feliz, tú lo serás – Charlotte se sentía identificada.

Cuando, Donde y Como el Amor Quiera ❧ EnglotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora