Historia después de la historia -(Epílogo)- Parte 1

diecinueveavo

--Detesto el siglo XVIII --dijo Emely cuando le apretaban el corsé-- y más Francia y sus "lindos" olores.

--Sé paciente que conoceremos a un poseedor que no pertenece a ningún bando, le pediremos que nos siga --le recordó su hermano, bueno su como hermano porque no eran nada, Fred.

--Espero que valga la pena--murmuró malumorada y notando que el oxigeno no le llegaba facilmente.

--Es sexy como dirían ustedes las chicas-- carcajeó.

--Pues debiste decirle a katerine que hiciera el trabajo sucio-- gruñó luchando para flojar el corsé.

A Fred la idea de imaginar a Katerine con otro le daba pavor, pero no le podía decir a nadie que sentía, temía no ser correspondido.

--Ven hazlo por mi-- rogó con ojitos de perrito mojado y Emely accedió con un quejido.

Ambos entraron a la fiesta como si fueran esposos, millonarios esposos, pues era normal que los chicos se casaran jovenes y con tal de que tuvieras peluca blanca, tuvieras muchas joyas (que eran falsas aunque no lo notaban los demás) y una vestimenta con muchos detalles, ah y saber hablar varios idiomas, con eso eres experto en la gran nobleza Francesa.

--Cómo sabremos quien es el poseedor? --preguntó Emely.

--Ese collar --dijo un noble super guapo

--Cuánto tiempo crees que tiene? --dijo Fred como código.

--Depende con los que poseas-- respondió con una sonrisa arrogante pasando la prueba, era un poseedor-- vengan, aquí es peligroso hablar --lo siguieron sin preguntar y entraron a una habitación más pequeña muy afectada con el rococó.-- Qué les trae aquí dos poseedores? Sobre todo tu hermoso jazmín --insinuó con su acento francés más acentuado y tomando la mano de Emely.

--Ven con nosotros, los detalles ya los conoces --dijo con voz calmada y el burgués soltó una risotada.

--Crees que les seguiré así sin más? --agitó su melena dorada lleno de altanería-- a mis diecinueve, tengo todo lo que quiero y más, el tiempo es para complacer a los que lo pueden controlar y ustedes me hablan de guerra? Vuelvan por donde vinieron.

--Yo... --comanzó a replicar Fred, pero Emely lo detuvo.

--Lástima, pudiste tener más que esta posilga, pues cuando te encuentren aquí sus espías, lo perderás todo y te encerraran en una de esas prisiones especiales, no importa piérdete y séremos libres sin ti --ella sabía que la arrogancia se combatía con más arrogancía.

--Al menos disfrutaré mientras pueda lindura.

--Eternamente versus tal vez unos meses --se bufó-- usted tiene miedo de perderlo todo con nosotros.

--No le temo a nada --aquella mujer lo tenía loco, era super hermosa y encontraba exitante los retos.

--Demuéstralo --Emely sentía cierta atracción mesquina por el falso francés con sus ojos café y sus encantos de domimante, solo que sacarlo a la luz era arriesgado.

--Trato hecho, les seguiré. Disculpe ser descortés, je m'appelle Enrique Salas del siglo XXI.

--Pronto nos volveremos a ver y nos amaremos como antes gatita y volveré a tener tiempo.

*****
--Tengo que apurarme-- se alertó Mónica al ver lo que deparaba el tiempo.