Emely abrió los ojos sin recordar nada; tampoco reconocía donde estaba. Aquel lugar era cómodo de ver, pero aspeso de respirar y llevaba un traje de papel como esos de los hospitales.
Tomó fuerzas intentando moverse y el resultado fue fallido, sus manos estaban atadas por cadenas que apenas le dejaba una mera movilidad, sin sumar la desfuerza que sentía su cuerpo.
Sus recuerdos no le llegaban a la mente del como había llegado, se habían esfumado. Sentía como una nube negra que la recorría, no dejándola actuar o pensar con claridad. Lo que si recordaba era a Leonardo, los militares y una bala atravesándola, lo que no conectaba era el porqué había sucedido.
-- Hola gatita -- dijo Enrique sentándose a su lado -- veo que ya despertaste.
-- ¿Porqué dormía? -- preguntó sin recordar porque sentía un miedo al ver a ese hombre que no reconocía del todo.
-- Porque te dispararon y tuve que drogarte para curar tus heridas -- dijo acercándose.
-- Gracias doctor, ya no siento dolor -- dijo riéndose como lunática.
-- De nada, aunque no soy doctor -- dijo tocándola y ella se estremeció por la quemadura de su roce -- tranquila pronto recordarás todo y me amarás otra vez.
-- ¿Amarte?
Esa palabra ocasionó los flashback que necesitaba para recordar todo. El miedo invadió cada célula de su ser y comenzó a querer escapar, por desgracia olvidó que tenía las cadenas que le lastimaron las muñecas por el estruendoso movimiento de huida.
-- ¿Te sientes mejor al reconocerme? -- preguntó insistiendo en querer tocarla, pero ella se alejó.
-- Déjame ir, perdona por lo de hace años, eso esta en el pasado. Déjame ir -- decía tiritando de miedo.
-- Es cierto esta en el pasado, me hiciste un favor, ahora soy más poderoso que antes; tal vez no puedo robar tiempuchos, sin embargo ahora puedo controlar el espacio -- dijo y comenzaron a flotar las cosas en el cuarto -- que es mejor -- bajó todo de golpe asustándola más --. Te preguntarás porqué estás aquí, la respuesta es simple: te he extrañado todo este tiempo. Pensé que estabas muerta por eso no te busque antes, ahora que sé que si vives, podemos estar juntos otra vez.
Puso su mano en su brazo y ella comenzó a sentir como la arena en su interior se calcinaba ferozmente dejando un dolor desesperante que corría por todo su cuerpo. De alguna forma esa sensación la inmovilizaba más.
-- ¡Suéltame! ¿Qué me haces? -- suplicaba.
-- Al parecer el espacio y el tiempo son incompatibles -- dijo con simpleza -- cuando toco a un poseedor, este se le quema su tiempo. Tranquila, tu también eres de la que sienten poco, no habrá problema para nuestro amor.
-- ¡Suéltame por favor! -- volvió a implorar.
-- No porque eres mía; si yo quiero te toco, si no, no.
Comenzó a acercarse más ahora agarrándole ambos brazos aumentando el dolor a mil, y aun así seguía acercándose hasta empezar a besarle el cuello.
Ella luchó con las pocas fuerzas que le quedaban para alejarlo, mas no podía con él, era más fuerte, sumando el hecho de las cadenas y el dolor.
-- ¿Recuerdas los viejos tiempos, donde amabas que te tocara? -- le susurró en el oído con una voz ronca y excitada.
-- Ahora no lo amo -- dijo ahogada en llanto -- por favor, déjame ir.
-- Sé que lo amas todavía, solo aisla el dolor y disfrútalo como antes, como el día en que tomé tu virginidad, dolió al principio y después pediste más -- dijo aunque no sospechaba que en aquel entonces lo deseaba, ahora quería que estuviera lo más lejos posible.
-- Por favor -- rogaba mientras el pasaba sus manos dentro del traje de hospital sacándoselo.
-- Silencio y disfruta -- dijo terminado de sacar el traje -- eso es lo que haré -- remató quitándose lo que tenía y empezalándola a penetrar.
Aquel dolor era más del que podía soportar, no eran en sí las quemaduras que sentía en el cuerpo entero como grandes llamas, era el dolor de cada penetración que le hacía entrando sin su voluntad. Cada roce que le hacían sus manos le causaban mayor desprecio hacia él y hacia todo.
Aquello estaba fuera de su nivel de tolerancia y el sentimiento de impotencia la llenó, ni aunque luchara se libraba de aquella agonía y más que él la tocaba como hace años, con el mismo cuidado y cariño algo posesivo que le expresaba, cariño que ella nunca pudo devolvérselo. En esos tiempos, lo apreciaba, lo quería muchísimo, pero nunca lo amó, creía que si hacían el amor, ella podría sentir lo que él, y no, nunca lo sintió. Si le reprochan, tenía diecisiete años, cometer error es parte de ser joven.
Llegó un momento en que ya no sentía nada; ya ni había dolor de ninguna clase, ni roces..., únicamente quietud.
Él, habiendo llegado al climax, se acostó al lado de ella mirándola con una especie de adoración obsesiva y acariciándole el cabello con fascinación.
-- Te dije que lo disfrutarías -- dijo besándole la frente y alejándose para vestirse -- verás que te acostumbrarás mejor después.
*****
-- ¿Cómo un collar va servir para encontrarla? -- había dicho Alejandra.Ambos decidieron avisarle a Alejandra lo sucedido y el plan de rescate, el problema era el siguiente:
-- La otra vez que fuiste a una misión suicida para buscar a esos prisioneros te lo apresié pues eran muchos y necesitamos hombre ahora, pero esta vez si crees que te dejaré que te lleves soldados a salvar a una persona, además de ser un cabo fuera de funciones por su insuficiencia mental, estás loco -- dijo aun tomándolo a pecho lo sucedido anteriormente.
-- ¿Insuficiencia mental? -- discutió Leonardo -- todos en ese lugar vieron a Enrique Salas y las pruebas de que Carmen poseía el gen del tiempo.
-- Ahora no es mi problema, es arriesgado matar a cientos para salvar a uno y más porque ya no ejerces funciones ex-teniente, no tienes autorización para estar en este edificio.
Salieron de la oficina sin haber logrando algo con ella, la cual eso enojó más a Leonardo queriendo golpear todo a su paso.
-- ¿Quieren ayuda? -- era Erika con una sonrisa de suficiencia -- Oficial -- se refería a Verónica -- prepara a algunos de nuestros hombre. Nos vamos -- dio la vuelta hacia el hijo de su amiga --. Espero que no jodas mi tiempo y tengas un buen plan.
-- También lo espero señora -- dijo mostrando respeto --. Gracias.
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Historia después de la historia -(Epílogo)- Parte 1
Science Fiction¿Para qué una signosis? De acuerdo, intentaré una. Esta historia habla de una guerra y trata también de una habilidad de poder controlar el tiempo. Después de que todo ha pasado el mismo tiempo quiere hacer otra historia. ¿Suena turbio? Pues no lo e...