𝟏𝟗. 𝐄𝐬𝐟𝐮𝐞𝐫𝐳𝐨𝐬 𝐲 𝐩𝐞𝐝𝐢𝐝𝐚𝐬

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Hogwarts - 1972 (aún)

Los cinco Gryffindor  iban caminando por el pasillo, cansados y muertos de sueño. Este era su día más largo y el que más odiaban. No solo por lo extenso que era, sino también por que tenían dos horas seguidas de transfiguraciones, más las optativas, las cuales habían elegido para estar los cinco juntos.

La única motivación de la semana para este quinteto, era que ya casi era sábado, día de Hogsmade. Su primera vez en aquel lugar y habían decidido pasarla nada más y nada menos que entre ellos cinco. Así que no invitaron a nadie.

– Creo que ya no puedo más – Arabella se desplomó en el suelo – Me pesa la vida, en estos instantes.

– Si, a mí también – Potter repitió su acción.

– Vamos, chicos – como todas las veces, Remus intentaba mantenerlos a flote y que asistieran a todas sus clases... pero solo lograba que lo hicieran a la mayoría – Ya casi es sábado, ánimo.

– No me importa que día sea – la niña lo miró – Con este horario, no aguantaré mucho tiempo.

– Por dos – James levantó la mano, cansado y viendo hacia abajo.

– Por tres – agregó Sirius, recargado en el pilar.

– Por cuatro – murmuró Peter.

Remus se resignó, así que con las manos en los bolsillos se dirigió hacia el salón que les tocaba, seguido por Peter, quien dudó si quedarse en la huelga o ir tras Lupin.

– ¿Qué hacemos? – indagó James después de un largo silencio.

– Irnos a dormir es una buena idea – murmuró Stark.

– Algún plan que no incluya dormirse – sonrió James viendo a su amiga.

– Hace mucho frío, cualquiera de mis planes incluye irnos a dormir.

– No, que aburrida – dijo Sirius.

– Vamos a clase – Potter se puso de pie – Al rato decidiremos qué hacer, por lo mientras hay que evitar que a Remus le de algo.

Los tres se levantaron para continuar su camino hacia el salón que les correspondía.

– ¡Potter! ¡Black! – al voltear, vieron que Oliver se acercaba hacia ellos corriendo.

– ¿Qué pasó, Wood?

– Morgan me digo que les dijera... – se acercó a los chicos, pero Arabella se quedó atrás.

– Tú eres la niña Stark ¿no? – la pelinegra pegó un brinco.

– Me espantaste, pero si – el chico rio – ¿Tú eres?

– Soy William... William Wood – le extendió la mano, a lo que ella la tomó gustosa.

– ¿Eres hermano de Oliver? – vaya que estaba sorprendida.

– Así es.

– Si te soy sincera, no sabía que tenía un hermano.

El muchacho rubio soltó una buena carcajada – No lo decimos para no arruinar la reputación del otro – guiñó un ojo, bromeando.

– Oh, si, claro. ¿También eres Gryffindor?

– Nah ¡qué va! soy Hufflepuff.

Y eso era notorio, la actitud y los aires que daban, eran bastante distintos. No se necesitaba ser muy inteligente para notarlo.

– ¡Ah! – Arabella volteó para ver si seguían hablando los tres chicos – ¿Tú eres mayor o el?

– El es el mayor, pero solo por un año. Aún así, sigo siendo más cool – se acercó a susurrarle – Pero no sé lo digas, porque se va a sentir mal – Stark volvió a reír. Oliver se distrajo ante la acción.

All of us must dieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora