𝟏𝟏. 𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨𝐬

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Hogwarts - 1971

Era la mitad de noviembre y era uno de esos días del mes donde Remus Lupin se cargaba un humor, que nadie lo aguantaba. Todo le molestaba, todo le irritaba, todo lo hacía rabiar.

A sus amigos esto también les afectaba pues comenzaban disputas porque se irritaban con la actitud del niño. La excusa siempre era la misma, que su mamá estaba enferma y que el tenía que ir a verla; supuestamente le preocupaba no poder ir desde temprano.

Pero claramente, Arabella no le creía, la vez que conocieron a Hope Lupin, se veía de lo más sana posible, aparte, ¿la madre de Lupin solo se sentía mal una vez al mes? No tenía nada de sentido.

– Jamie – Arabella llegó muy alegre a revolverle el cabello a James, mientras estaba sentado con Sirius en la biblioteca.

– Dime, Anni – el niño acomodó sus gafas, para mirarla y sonreírle.

Arabella se sentó al lado de su amigo y lo abrazó por el cuello, atrayéndolo hacia ella.

– ¿Tú me quieres? – preguntó la niña con un tono tierno.

– Claro que sí, no tendrías que preguntarlo – la abrazó – Pero ¿por qué lo preguntas?

– ¿Lo abrazas a él y no me saludas a mí? – reclamó Sirius, viendo a los niños.

– Espera – miró nuevamente a James – ¿Me quisieras hacer un gran favor? – volvió a decir con el mismo tono.

– Sabes que por ti, hago cualquier cosa – le sonrió – ¿Qué necesitas?

– ¿No me quisieras prestar tu capa de invisibilidad?

Si, a James Potter le habían regalado una capa de invisibilidad en su primer año en Hogwarts. Herencia de su padre.

– Claro.

– ¿No vas a preguntar para que la quiere? – Sirius estaba confundido.

– No vas a hacer alguna broma sin nosotros ¿verdad?

– Obviamente no.

– Bien, toda tuya, ya sabes dónde está.

– Gracias – la niña se levantó, besó la cabeza de su mejor amigo y salió.

– ¿De verdad no vas a preguntar para que la quiere?

– No, confío en Arabella.

Sirius y James continuaron su "sesión de estudio". Tenían una por semana donde se explicaban lo que no entendían, o más bien; donde Remus y Arabella les explicaban a los otros tres, lo que entendían de cada materia.

Se organizaban siempre para que dos de ellos buscaran los libros de la materia correspondiente y ellos mismos lo devolvieran. Esta vez le tocaba a Peter y Remus, buscar los libros.

Un rato más tarde, el niño Lupin se fue con la excusa de que lo dejarían ir a dormir a su casa y ver a su madre enferma. Los otros cuatro todavía estuvieron un rato en la sala común, jugando ajedrez mágico. Subieron a dormir ya un poco tarde.

Más Arabella Stark, no durmió. Esperó a que ya no hubiera mucho movimiento en la sala común para utilizar la capa de James y salir de ahí. Tenía un propósito, pues no había pedido la capa de invisibilidad de en vano. Estaba empeñada en descubrir cuál era la verdadera razón por la que Remus se ausentaba cada mes.

Spoiler: Se hubiera quedado con la sospecha.

Había estado investigando un poco. Ya que la niña había sacado unas cuantas conclusiones sobre su amigo y la verdad sobre su secreto. Arabella no era tonta y aunque Remus fuera muy inteligente, se le había olvidado ocultar mejor la situación. Así que un poco de investigación, pudo sacar conclusiones.

All of us must dieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora