𝟖. 𝐂𝐮𝐦𝐩𝐥𝐞𝐚𝐧̃𝐨𝐬

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Ibiza - 20 de agosto, 1971

– ¿Ya está todo? – preguntó Lorelei Stark, con los nervios a flor de piel y moviéndose de un lado a otro.

– Ya, mami, tranquila – Maca se acercó a su madre y la abrazó por la cintura.

– Tiene que ser perfecto – murmuró de nuevo la mujer.

– Ya, amor. Cumple 12 años, no 18 – se acercó y abrazó a su esposa – Le va a encantar.

– Sirius, cielo. ¿Puedes ir a despertar a Arabella?

– Claro, señ... Lori.

– ¿Por qué no puedo ir yo? – se quejó la menor.

– Porque a veces eres muy brusca, amor.

El niño Black subió las escaleras y se encaminó a la habitación de su mejor amiga.

– Ey – avanzó hasta su cama, quedándose en la orilla – Anni, ya despierta.

La niña se removió por debajo de las sabanas, pero no se despertó. Por lo que se subió y colocó al lado de ella.

– Anni – repitió contra su oído, acomodando su cabello – Princesa, despierta.

– ¿Mmm? – se acomodó – No quiero – se volteó del otro lado.

– Es tu cumpleaños.

– No me importa.

– Tenemos que bajar, anda.

– Déjame dormir, por favor.

– No, anda, vamos. Para que te enseñe tu regalo.

– No, quiero.

– Anda, arriba – su amigo la jalo de los brazos, con cuidado, incorporándola.

Arabella se levantó de la cama y su amigo la abrazó tan fuerte que pudo haberse quedado sin aire.

– Feliz cumpleaños, nena – volvió a abrazarla.

Ambos niños bajaron al primer piso, riéndose de cosas tontas que decía Sirius, caminaron hasta el comedor, donde los esperaban los demás Stark.

– ¡Feliz cumpleaños! – gritaron los tres al mismo tiempo.

El día especial de la mayor de los Stark, sin duda había sido eso, especial. La pasó en la playa todo el día con sus padres, su hermana y su mejor amigo. Habían realizado distintas actividades, desde surf hasta ir a nadar con peces a un arrecife.

Sin duda fue uno de los mejores cumpleaños.


– No quiero regresar a Inglaterra – Arabella se aventó a su cama.

– Yo tampoco – Sirius se acostó al lado de su amiga porque Lorelei les había prometido contarles un cuento a ambos.

– Yo digo que nos escapemos.

– Buena idea – Black se acomodó – Oye ¿por qué Maca no quiere ir a Hogwarts?

– No lo sé. Siempre...

– Muy bien ¿quién está listo para un cuento? – la señora Stark los interrumpió al entrar.

– ¡Yo! – gritaron ambos.

– Shh – murmuró la mujer sonriendo – Maca ya se durmió.

Y así, Lorelei Stark comenzó a sumergir a ambos niños en un mar lleno de aventuras y tragedia, romance y pasión, divirtiéndolos así, durante un largo rato.

All of us must dieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora