𝟓. 𝐍𝐚𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝

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Los meses volaban en Hogwarts. Con el quinteto de niños haciendo bromas por todos lados y a todos en aquel castillo.

Arabella Stark seguía compartiendo clase con los Gryffindor y los Slytherin, adaptándose con ambos grupos.

El problema seguían siendo sus compañeras de habitación, había descubierto que el nombre de la pelirroja era "Lily" o "Liri"  y que era muy amiga de Severus Snape, pero esta se mostraba escéptica hacia la heredera Stark. Por otro lado, solía llevarse muy bien con Marlene y Dorcas, pero estas dejaban de hablarle en cuanto aparecía Liri Evans. Lo que hacía sentir muy mal a Arabella.

Gran Comedor, Hogwarts - 1970

Los cinco amigos, se encontraban sentados en el comedor, merendando algo. Remus y Peter hacían unos deberes de encantamientos, mientras Black, Stark y Potter jugaban con su comida.

— Buenas tardes, niños — los interrumpió McGonagall, provocando que brincaran del susto — Quiero saber si alguno se quedará para navidad en Hogwarts... para anotarlos.

— Yo me quedo — el primero en hablar fue Sirius, quien no lo pensó — Lo siento, Walburga, no te quiero ver la cara estas fiestas — murmuraba mientras se inclinaba a anotar su nombre.

James, Arabella, Remus y Peter se miraron, entiendo las palabras que cada uno decía sin necesidad de pronunciarlas.

— Yo también me quedo — siguió Arabella, inclinándose a anotar su nombre.

— Y yo — James imitó la acción de la pelinegra.

— Cuenten conmigo — murmuró Lupin, anotando igual su nombre.

— Quiero ver el castillo en Navidad — dijo Peter con timidez antes de poner su nombre en la lista.

Sirius Black los miró desconcertado, no entendía lo que estaba pasando. Pero Minerva McGonagall sí lo entendía, y no pudo evitar sonreír ante las acciones de los cuatro niños restantes.

— Muy bien — susurró la profesora y se fue con una sonrisa en el rostro.

— ¿Por qué van a quedarse? — el niño estaba realmente confundido.

Los otros se miraron entre ellos antes de responder:

— ¿No es obvio, Sirius? — habló Arabella en nombre de los demás — No vamos a dejarte solo, y mucho menos en Navidad.

El niño de ojos grises no podía creerlo, estaba muy conmocionado con el suceso. Sus amigos acababan de renunciar a sus familias para quedarse durante las fiestas con el.

Al llevar ya dos meses y medio en Hogwarts, Sirius Black había soltado alguna que otra información sobre cómo era su familia y de lo mucho que odiaba y temía ir a su casa. Hechos como las torturas, las ideas, los regaños, las disputas. La familia Black si que era una familia de terror.

La que más sabía sobre los acontecimientos que sucedían en La Noble Casa de los Black, era Arabella Stark. Con quien acudía Sirius para desahogarse o para llorar sobre las terribles pesadillas que tenía sobre ellos.

Razones por las cuales Potter, Stark, Lupin y Pettigrew, se quedaron con el niño para Noche Buena y Año Muevo.

— Gracias – murmuró bajando la cabeza porque sabía que se estaba sonrojando.

– ¿Cuál gracias? – dijo James – Llévanos a Italia – Arabella y Potter juntaron sus cabezas y sonrieron inocentemente.

– No les hagas caso – dijo Remus dándoles una severa mirada, como bue papá del grupo que era.

All of us must dieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora