Butterfly Effect 𐦍 KookMin 「Omegaverse」

🦋 18: Arderá Hasta que Todo se Acabe.

⚠️ Lean el capítulo anterior, Wattpad no avisó de su publicación. ⚠️

Jimin estaba sentado en el sofá del departamento de Jungkook. Había llegado ahí porque en cuestión de un momento, su vida se había ido al diablo. Su padre estaba seguramente en el quirófano, siendo atendido por una herida de bala en el estómago o sabrá la Luna en que órgano, pero tomando en cuenta que ya de por si estaba debilitado por su tratamiento y todo lo que estaba sucediendo en el clan, todo pintaba muy mal.

El omega todavía tenía la sangre seca manchando sus manos, las mangas de su camisa color blanco y su mejilla porque se había manchado en algún punto. No estaba llorando, no estaba temblando, no estaba sintiendo nada. Toda la adrenalina se había ido para abajo y lo único que estaba haciendo ahí era aspirar con calma las débiles feromonas olor a menta que aún quedaban en el departamento. Eran casi imperceptibles, pero las necesitaba para mantenerse cuerdo.

No sabía si antes estaba siendo muy suave con el Clan del Sol, pero definitivamente, después de ver a su padre caer al suelo, desangrándose, jamás volvería a ser benevolente. Ya lo había sido una vez, perdonando de manera indirecta que Jeon Baekho asesinara a su madre. Sí, está bien, ella no merecía el perdón de su clan, pero ellos tampoco tenían el más mínimo derecho de matarla, ¿o si?

Ella sólo se había enamorado de alguien equivocado y había concebido a un cachorro de esa persona. Si lo analizaba más a profundidad, era exactamente lo mismo que él había hecho. Él no tenía a quien ponerle el cuerno, pero si su padre fuera un hijo de puta y lo hubiera obligado a casarse con alguien del clan, seguro Jimin hubiera hecho lo mismo que ella.

Porque ella era una persona a fin de cuentas, y las personas cometemos error, tras error.

Ellos la habían matado por llevar en el vientre a un cachorro de su sangre.

Ellos creían que su clan había mandado matar a Taehyung.

Según su clan, ellos eran los culpables de la muerte de los cuarenta niños de aquel orfanato quemado.

Y ahora, Jimin no se iba a poner siquiera a dudarlo. Ellos eran los responsables de que su padre estuviera en el hospital.

Siempre fueron ellos.

—Maldita sea —susurró para sí mismo cubriendo su rostro con sus dedos que ahora sí que estaban temblando.

Entonces el sonido de la puerta siendo abierta lo alertó. Se descubrió el rostro encontrándose con la mirada sorprendida de Jungkook, quien alzó las cejas al verlo y luego corrió a su lado después de cerrar la puerta. El alfa lo envolvió entre sus brazos, Jimin sólo se dejó hacer en automático. Ya ni siquiera sabía si podía confiar en el hombre que más amaba en la vida. Su mente y su confianza estaban hechas una mierda.

—Bonito, vine aquí porque te iba a llamar por teléfono. Supe lo que sucedió con tu padre, vi los videos de las noticias, ¿estás bien? —preguntó su voz directamente en su oído.

Pero Jimin lo escuchaba amortiguado. De pronto un dolor de cabeza bastante agudo se presentó en él, tuvo que apartarse a pesar de que las feromonas lo tranquilizaban, llevó sus dedos a sus sienes para masajearlas mientras cerraba los ojos. Jungkook lo observaba con preocupación, sin saber que hacer, su omega se veía más distante que nunca.

—Está en el quirófano —murmuró apartándose del alfa mientras se levantaba del sofá. —Está ahí y no sé quién, ni cómo lo hizo.

El pelinegro se sintió peor al ver a Jimin buscar estar lejos de él. Su corazón se estrujo al ver la desconfianza manchando sus delicadas facciones, deformadas por el cansancio que parecía haber en su cuerpo. El omega lo miró y dejó de hacer el movimiento en sus sienes porque no parecía aliviarse, parecía empeorar. El dolor empeoraba mucho y era inútil tratar de sanarlo.