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Chaewon no había sacado el rostro del hombro de Yunjin en todo el camino, pero tenía oídos, y podía escuchar las expresiones de los demás al pasar.

Ella siempre era "la única muda", para ser un poco más desagradables a veces era "la gorda muda", y odiaba llamar la atención de esa manera.

Y esos comentarios las acompañaron hasta la enfermería, y por más que se negó a soltar a la mayoría tuvo que apartarse para que la enfermera revisara su rostro.

— ¿Puedes ir a decirle a la directora que llame a sus padres? – preguntó la enfermera.

Yunjin asintió, pero de nuevo, Chaewon había atrapado su remera, negando con la cabeza.

Pasó su vista de Chaewon a la enfermera, quién soltó una risita, y salió de la habitación diciendo que podían quedarse, que iría ella misma.

Yunjin volvió a acercarse a la castaña, sentándose al borde de la camilla.

Tomó el algodón que Chaewon mantenía contra el corte de su labio, bastante manchado de sangre, ya que era una zona que sangraba bastante, lo levantó un poco para ver la herida, y luego lo volvió a acomodar, sostenidolo por ella.

— Voy a matarlos – volvió a decir.

La castaña negó, y quiso decir más, pero no pudo.

— Tus cosas siguen en el baño, ¿no?

Chaewon asintió.

Yunjin soltó el aire, en algo parecido a un resoplido.

— Voy a matarlos – repitió.

Ella volvió a negar, pidiendo por favor que lo olvidará.

— No, Chaewon, no – estaba harta de la negación de la chica –. Son unos idiotas, hacen esto sólo porque...

"Dilo. Vamos, dilo".

— Sólo porque eres muda – murmuró.

"Dime algo que no sepa".

Yunjin tomó sus manos, para que dejara de moverlas.

— Perdón porque el mundo sea tan frío, tan mierda contigo – dijo –. No lo mereces.

"Yo no te merezco, Huh Yunjin", pensó, sintiendo la calidez de la mano de la mayor sobre las suyas.

MUTE ⊹ Purinz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora