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Apenas la camioneta se estaciona frente a su casa, la puerta se abre, saliendo su madre, y detrás de ella, la persona que Chaewon más quería ver.

Sus ojos se llenan de lágrimas, vuelve a llorar, intentando abrir la puerta, aunque no lo logra hasta que Sana quita el seguro, y Yunjin ya está del otro lado para recibirla, abrazándola con fuerza, pidiendo perdón entre lágrimas, acariciando su espalda, sus cabellos, dejando besos rápidos por todo su rostro.

Sana se acercó a hablar con la señora Kim, le explicó lo que había pasado, aunque sólo logró asustarla más.

Por otro lado, Yunjin tardó un momento en darse cuenta de las vendas de Chaewon en sus muñecas, y solo tuvo más ganas de llorar, volviendo a pedir perdón, diciendo que no esperaba que ella pudiera hacer algo así por su ausencia.

Chaewon comprendió que su novia pensaba que se había cortado, y comenzó a negar, aunque el fuerte abrazo no la dejaba hacer signos para hablar, quería decirle muchas cosas.

Sana se acercó, colocando una mano sobre el hombro de ambas.

— Creo que deberían seguir su reencuentro adentro – habló con suavidad, con lo que ambas asintieron.

Sentadas en el comedor, Chaewon estaba prácticamente arriba de Yunjin, sin soltarla, con la otra haciendo caricias por su espalda.

— Mamá me vio con Chae la noche de mi cumpleaños – comenzó –. No me dijo nada ese día, pero a la mañana siguiente me atacó con preguntas. Si era lesbiana, si desde hace cuánto lo era, desde cuándo estaba con Chae... — suspiró –. Entre cada pregunta solía tirar frases como; "No esperaba que mi hija fuera así", "No quiero que mi hija sea lesbiana", "No volverás a juntarte con Chaewon".

Acurrucada en su pecho, Chaewon sentía que era su culpa.

— Normalmente, creía que las madres echaban a sus hijos de casa cuando se enteraban que eran gays – continuó –. Ella hizo todo lo contrario, no me dejó salir, me quitó el teléfono y las llaves de casa, casi siempre me quedaba en mi cuarto, y ella se quedaba conmigo para vigilarme, no me dejaba salir. Yo quería irme, quería ver a Chae quería verlas a todas ustedes, regresar a la escuela... No sé, quería estar en todos lados menos en mi casa. Hoy se fue, diciendo que me cambiaría de escuela, porque también creía que allí era donde se me había contagiado la homosexualidad... Ah, también hablo mal de Kazuha y Sakura, diciendo que eran están y que ellas me habían hecho lesbiana, también...

Yunjin suspiró, con cansancio y con enojo por semejante estupidez.

Podía ver tanto a la señora Kim como a Sana con el ceño fruncido, también molestas por esas palabras.

— Aproveché el momento en que se fue y escapé, vine para acá porque era más cerca que la escuela – Yunjin bajó la vista a Chaewon –. Aunque en realidad, quería ir a verte...

La señora Kim había preparado té para todas, viendo que estaban bastante alteradas, pero incluso ella misma tenía ganas de arrojar la taza lejos y romperla en mil pedazos.

— Te quedarás con nosotras, Yun – dijo la mujer, haciendo que las demás presentes la mirarán –. Eres como una hija para mí, lo sabes, y no voy a dejar que vuelvas con esa idiota.

Yunjin no pudo evitar reír, la señora Kim debía estar muy enojada como para decir una mala palabra.

— Yo no voy a aceptar tu cambio de escuela, Yunjin – dijo Sana.

Y la pelirroja no podía sonreír más, agradeció a ambas, casi llorando de felicidad.

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