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Yunjin no podía dejarla, ¿no?

Ella le había prometido que seguirían juntas, que irían a la escuela juntas, todo juntas.

Yunjin no podría haberle mentido, ¿verdad?

Chaewon sólo corrió, lejos de la escuela, de Kazuha y Sakura, lejos de todos.

Quizás corría para encontrar a Yunjin, no lo sabía, pero tenía esa necesidad de huir.

Las lágrimas caían por sus mejillas, sus muñecas picanas horriblemente y comenzó a razcarlas.

Al cabo de un rato tenía los pulmones cansados, de correr, de llorar, aunque por más que intentara, no había suficiente aire en el mundo para que pudiera tener oxígeno.

Ya lejos, sin saber muy bien donde, Chaewon comenzó a caminar, a paso lento, tortuoso.

Sus muñecas ya no sólo picabas, si no que ardían, sentía su rostro empapado y unos mechones de pelo demasiado largas se le pegaban a la cara.

A pesar de todo su dolor, seguía pensando en Yunjin, su primera amiga, su primer amor, su primera novia.

Yunjin no podía dejarla, había prometido que no lo haría, ella cumple sus promesas...

¿No?

Pensando en aquella chica, una bocina fuerte la tomó por sorpresa, y por más que vio la camioneta venir, sus pies no pudieron moverse.

MUTE ⊹ Purinz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora