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Sana se fue rato después, dejando a las demás en paz decidida a hablar con Kazuha y Sakura del estado de ambas, y de lo que había ocurrido, para que luego fueran hacia la casa de Chaewon.

La señora Kim retiro las tazas de té que habían usado y las invitó a ir al cuarto de su hija, para que estén solas y tranquilas entre ellas.

Así que terminaron sentadas en la cama de la menor, donde Yunjin notó el estado de ánimo de su novia.

— Lo siento, de nuevo – murmuró, Chaewon sólo asintió –. ¿No quieres decirme nada?

Chaewon lo pensó un momento, hasta que sacó su celular del bolsillo, abriendo la aplicación de notas, tecleando rápido.

"Perdón por hacer que te encierren", escribió.

— ¿Qué?

Chaewon volvió a escribir.

"Es mi culpa, lo siento".

No – negó –. No, Chaewon, no es tu culpa, dime, ¿qué es tu culpa? ¿Hacer que me enamoré de ti es tu culpa?

Chaewon bajó su teléfono, y también su rostro, una lágrima escapó.

Yunjin alzó su rostro, besando su mejilla, allí por donde la lágrima se había detenidos borrándola.

Chaewon la miró con ojos brillantes, casi sorprendida.

— No pidas perdón por esos porque tampoco lo voy a aceptar – susurró, con suavidad –. No es tu culpa ser tan maravillosa, que me hayas gustado, y tampoco es tu culpa haberme correspondido, Chae.

La muda sólo asintió.

— A ver, sonríe – pidió Yunjin, en tono divertido.

Chaewon la miró y alzó una ceja, como preguntando si hablaba en serio.

— Hace mucho que no veo tu sonrisa, vamos, sonríe – la vió fruncir los labios, evitando sonreír aunque en sus ojos apareció su pequeño eye smile – ¡Chaeeee! – Yunjin comenzó a hacerle cosquillas sobre su vientre, haciéndola retorcerse, se lanzó sobre ella para dejar sonoros besos sobre su cuello, dándole a Chaewon más cosquillas.

La chica termino riendo, y Yunjin se enamoró mil veces más.

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