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— ¡Chaewonieeeeee!

Kazuha apretó fuerte a Chaewon en su abrazo, la soltó para estrujar sus mejillas, recibiendo una mirada de molestia por parte de la castaña.

— Si sigues igual de adorable de cuando nos conocimos – dijo, con una risa.

La voz de Kazuha había cambiado drásticamente en el año que llevaban conociéndose, también había crecido bastante, no sólo en estatura, sus hombros se habían hecho más amplios y ya no tenía cara de niña.

Aunque seguía siendo la misma chica infantil de siempre.

— ¿Por qué no me sorprende? – dijo, viendo a la cabellera anaranjada de Yunjin detrás de Chaewon, que ahora estaba un poco más corta –. Lindo look para una chica aún más linda – halagó, dedicándole un guiño, ganándose un ceño fruncido por parte de la muda y una mueca de asco por parte de la halagada.

— Me disgustas – dijo Yunjin, pasando a su lado, entrando a su casa.

— Me amas – replicó Kazuha, cerrando la puerta.

— No – repitió con la misma cara de asco.

— Es cierto, no tengo oportunidad – Kazuha hizo una mueca triste –. Tú sólo amas a Chaewon.

Yunjin no respondió, notó la mirada de Chaewon sobre ella, y cómo Kazuha comenzó a sonreír cada vez más ante el silencio.

— Las clases de teatro te hicieron más rara de lo que ya eres – comentó Yunjin, sólo para decir algo.

— Qué brutal cambio de tema.

Las recién llegadas se voltearon para ver a Sakura, que venía tirando de sus ruedas desde la cocina.

Las cuatro se habían hecho muy unidas desde aquel primer día, hacia casi un año de amistad, solían juntarse cada fin de semana y durante las vacaciones  

Cada una había ido a una rama distinta del arte aunque compartían algunas cosas.

Chaewon se había concentrado más que nada en la danza contemporánea específicamente, y tomaba clases de dibujo, aunque sólo para compartir con Sakura, algo que tenía a la mayor fascinada.

Kazuha tomaba clases de saxofón, y había comenzado teatro.

Por su lado, Yunjin se había centrado en tocar el piano y un taller de composición que habían abierto hacia poco.

Las cuatro iban a clases de práctica coral, aunque Chaewon sólo iba para escucharlas, tanto Sakura como Kazuha eran muy buenas cantando, Yunjin no tanto y eso le daba cierta gracia, pero su mejor amiga tenía el gusto en el rap, aunque no iba mucho con la clase.

Podía decir que tenía más amigos, incluso se llevaban muy bien con la directora, aunque no se juntaban mucho para mantener cierto formalismo escolar, aunque Sana era tan madura como ellas la mayoría del tiempo.

Nadie se había metido con Chaewon desde que habían entrado todo el mundo la trataba tan bien.

Yunjin estaba feliz por ella, había encontrado un punto cálido en el mundo que no trataría de apagar a la chica, al contrario, Chaewon brillaba todos los días en ese lugar.

Aunque por un lado sentía que eso la alejaba un poco de la castaña, ya no tenía que protegerla, porque nadie le haría daño, y porque había otras personas que la protegerán también.

A pesar de eso, la chica seguía a su lado, sentándose junto a ella en el patio de la escuela, acurrucándose contra ella cuando Kazuha ponía una película de miedo para ver, y a veces, durmiendo en sus piernas cuando se tiraban en el patio sólo para no decir nada.

A pesar de todo seguían al lado de la otra.

MUTE ⊹ Purinz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora