01.

266 30 3
                                    

Hoseok tomo su celular y lo reviso por 5ta vez, mirando con calma fingida el chat con su esposo, fingiendo que el corazón no se le apretaba y el pecho no le dolía.

El alfa seguía sin contestar a sus mensajes y ya pasaban de las 12:50 de la noche, se suponía que su marido salía de la empresa a las 9 pm.
Y las preguntas frecuentes comenzaban a aparecer como una lluvia en su cabeza, que erradicaban cualquier gramo de paz;
¿Estará bien?, y si tuvo un accidente?... Y si quizás se quedó en una junta importante o su celular no tiene pila?... y si... Y si ya no le amaba?, o quizás... ¿Había alguien más?.

Dejo el celular en la cama y llevo sus manos a su cara para frotarla y espabilar las ganas de llorar.
El Omega siempre intentaba aparentar ser fuerte, cuando claramente era más sensible que un cristal.

Yoongi y Hoseok llevaban casados ya 8  años, desde que se conocieron la química fue instantánea, no hubo que forzar nada y así como fluye el agua cristalina por los ríos, así fluyeron los sentimientos mutuos.
Yoongi, el alfa, estaba tan enamorado que le pidió matrimonio a Hoseok apenas unos meses de conocerse, el Omega no estaba del todo seguro porque le parecía muy pronto, pero estaba tan enamorado también que dijo que sí.

Se habían casado 6 meses después de conocerse y los primeros años todo fue miel sobre hojuelas; tanto en lo sentimental, lo sexual y lo material, Yoongi siempre procuraba al Omega y este a su Vez complacía a su amado alfa, fue hasta después del segundo embarazo que todo comenzó a ser diferente, la rutina los fue envolviendo hasta que los sentimientos se empolvaron dentro de su corazón, o así lo sentía el Omega.

——— De nuevo no va a llegar...— Murmuró para si mismo, con un suspiro cansado.
Tomo el móvil y escribió otro mensaje;

Cuando menos podrías dignarte a decirme que estás bien, y así yo no tendría que imaginarte muerto en alguna calle de la ciudad. ¿Puedes ser considerado alguna vez en tu vida?.

Un nuevo suspiro y está vez se mordió el labio en busca de evitar el llanto, pero sus ojos se llenaron de lágrimas en segundos y tuvo que taparse la cara y apagar las luces para echarse a llorar, acostado en la cama, esa cama fría y sola que últimamente le daba las buenas noches y los buenos días.

A las 2 am lo sintió entrar al cuarto, para su desgracia no había podido dormir y después de llorar como un crío la cabeza solo le dolía y los ojos se le habían irritado.

Yoongi se preparo para dormir en silencio para evitar "despertarlo", y posteriormente se metió a la cama acomodandose en su lugar, dándole la espalda al Omega.

Antes, quizás Hoseok hubiera reclamado o preguntado que sucedió, pero a estás alturas su corazón y su mente ya eran un caos y una guerra total, buscando explicaciones, venganza y soluciones, todo al mismo tiempo.

A las 7 AM la alarma sonó y lo hizo despertar, recién había conciliado el sueño pero ¿A quien le importaba?, se puso de pie y después de ir al baño para mojar  su cara hinchada fue hasta él cuarto de los niños.

——— Mis cariñitos, es hora de levantarse~— Murmuró con amor y suavidad en sus palabras, sacudiendolos despacio para hacerlos despertar.

El primero en abrir sus ojitos fue Jimin, su cachorro menor, apenas con 4 años .
Un angelito con mejillas gorditas y ojos tiernos, todos le decían que se parecía mucho a su padre pero la dulzura de su alma era sin duda de su madre.
Él era un Omega.

——— No quiero ir a la escuela hoy, mamá.— Hablo el cachorro mayor, un alfa de 7 años, en tanto se removía por la cama y abrazaba a su peluche de dinosaurio.

Hoseok suspiro profundo para poder sonreír y cargar en sus brazos a Jimmie, quien se acomodó en el regazo de su madre y sonrió por el mero gusto de olfatearlo.

——— Tae, mi amor, es viernes y sabes que los viernes aún hay que asistir a la escuela. Así que levántate porque si no se nos hará tarde.

¿cómo le explicaba a sus hijos que él tampoco quería levantarse, ni hacer nada ese día?, no podía... Tenía que esconder su dolor en el pecho y sonreír para sus bebés.
Cuando termino de vestirlos a ambos salió a la sala para dejarlos ahí jugando, en tanto preparaba el desayuno.

——— Hobi, buenos días amor.— saludo el alfa entrando a la cocina, mientras terminaba de arreglarse la corbata.

Hoseok tuvo deseos de gritarle y tal vez pedirle un a explicación, pero en cambio solo ignoro su saludo y siguió picando la fruta y preparando el café.

El alfa se dió cuenta por supuesto, de nuevo se sintió incómodo en su propia casa y con esa ganas de salir de ahí lo más rápido posible.

——— ¿Te ayudo en algo?— volvió a hablar para romper de nuevo el silencio.

Hoseok negó sin mirarlo, totalmente concentrado en preparar los desayunos de sus cachorros.

Yoongi suspiro profundo, cerrando los ojos para encontrar paciencia.
Se acercó más al Omega para que sus hijos no escucharan la conversación.

——— Amor lamento no contestar ayer y llegar tan tarde de nuevo... Se que no estuvo bien y lo lamento. Simplemente hubo mucho trabajo y el jefe nos dejó a mi y a Jin trabajando horas extras, no tuve tiempo de tomar el celular para responder tus mensajes o avisarte. Cuando llegue ya estabas dormido y no quise ser un tonto y despertarte, en verdad estoy cansado y lo último que quiero es estar discutiendo con mi omega.

El Omega dejo de picar la fruta, y aunque estaba totalmente atento aún no miraba los ojos de su esposo, quizás meditando si debía creerle o aquello parecía más una excusa.
Porque quizás las primeras veces fueron creíbles, pero ya era mucho incluso para un Omega tan comprensivo y empático como Hoseok.

——— ¿Y crees que yo no estoy cansado Min?.— su voz fría, girando al fin para conectar sus ojos con los opuestos——— Estuve toda la noche esperando un mensaje, una llamada o algo de tí... Temía que te hubiera pasado algo.

——— Pero no me pasó nada descuida. No seas preocupón.— le quitó importancia y le ayudo a terminar de poner la fruta en los pequeños platos.——— mejor hay que darnos prisa porque se me está haciendo tarde.

Y aunque Hoseok hubiera querido decir muchas cosas más se quedó callado, como siempre.
Terminó el desayuno y todos comieron antes de irse, él se despidió de sus cachorros con un beso en la mejilla a cada uno y de su esposo con un "nos vemos".

¿Hacia cuanto tiempo Yoongi ni siquiera lo besaba en los labios?, la última vez fue hace una semana y tan solo fue un beso fugaz de buenas noches, porque había llegado muy tarde y Hoseok estaba enojado.

——— ¡Nos vemos mami!.

Y todo volvió a quedar en silencio, el dolor en el pecho del Omega se hizo más presente y las ganas de llorar volvieron.
De verdad que no quería eso; ver cómo su matrimonio se apagaba poco a poco como una vela expuesta al viento, de solo pensarlo le faltaba la respiración.
Él había escogido a Yoongi para su compañero de vida, tenían dos pequeños cachorros hermosos y felices, ¿Cómo podía todo aquello estarse evaporando como agua?.

Pero no sabía que hacer, solo sabía guardarse el dolor y alejarse... Ponerse distante y enojado, él no sabía que más hacer, después de todo lo único que sabía del amor lo aprendió en casa cuando era pequeño, y todo cuánto aprendió era bastante parecido al dolor...

 Ponerse distante y enojado, él no sabía que más hacer, después de todo lo único que sabía del amor lo aprendió en casa cuando era pequeño, y todo cuánto aprendió era bastante parecido al dolor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐻𝑜𝓅𝑒  ❁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora