CAPÍTULO 23. Epílogo

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                                                                       ( 15 AÑOS DESPUÉS)


      - ¡ Noah! ¡ Chlóe! , ¡ llegué!-. Grito desde el exterior de la casa, mientras me quito el casco.

     - ¡Mamáaa! -. Gritan los niños entusiasmados, me escucharon por la ventana. Abren la puerta de la entrada y luego bajan las escaleras de la terraza mientras se pelean por quien me abraza primero, siempre hacen lo mismo.

Noah se tira contra mí y luego Chlóe. Al fondo veo cómo se asoma desde la puerta Justin, sujetando un muñeco de Chloe en la mano, cuando le miro sonríe y tirando el muñeco se acerca a mí y me abraza.

      - Llegaste mi reina- y me dedica un beso intenso en los labios, luego se aparta y sonriendo  mira a los niños diciendo, - menos mal, no sé cuantas horas más iba a soportar a estos renacuajos-.

     - ¡ Papáa!-, grita Chloe ofendida, cruzando sus diminutos brazos. Me hace gracia cuando hacen eso ella y Noah, son igualitos a Justin.

     - ¿Almorzamos ya o qué? me muero de hambre...-. Añade Noah mientras se dirige hacia Justin presionándolo.

Sonriéndole cogemos a los niños y entramos a casa. Aún sin quitarme el traje de la moto nos sentamos en el comedor y... << *¡ Buon apetito !>>

      * En Italiano.

        En Español: buen apetito.



Después de hacer bromas y hablar sobre cómo les va primero de primaria a Noah y Chlóe, de repente les da por empezar a preguntarnos cosas sin parar.

        -  Papá... y... mamá ¿ cuándo será vuestra próxima carrera?-. Pregunta Noah con su dulce voz ronca y chillona a la vez. Siempre les han encantado vernos en las carreras, en su colegio siempre se ponen a decirle a todo el mundo que tienen padres que son moteros profesionales, incluso dicen que ellos algún día lo serán.

      - Pues creo que la próxima semana tenemos una en el norte-. Les contesta Justin, hablando con la boca llena de comida.

      - Y otra pregunta...-, añade Chlóe con voz aguda antes de beber un sorbo de agua continúa, - ¿ cómo os conocisteis?, nunca nos contestáis a esa pregunta.

      - Bueno, hace seis años tuvimos dos preciosos niños, que ahora no paran de hacernos preguntas...-. Les contesto con una sonrisilla en forma de broma. Chlóe se ríe e insiste, - nooo mamáaa antes de tenernos a nosotros...-. 

     - Pues nos amamos mucho, pero por el resto es un secreto-. Argumenta brevemente Justin, esta vez con la boca vacía.

Mientras los niños siguen discutiendo, termino de comer, me levanto y mientras dejo el plato en la encimera de la cocina, viro la cabeza a la ventanilla de al lado y me enorgullezco una última vez de todo lo que ya he vivido y lo que me queda por vivir.

Es impresionante como tomando una sola decisión cambie tanto tu vida, pasé de vivir con mi madre en Chicago a querer estudiar en California y crear una vida organizada, en cambio la realidad que viví no fue así, cuando me enamoré de Justin, pensé que sería un amor peligroso y duro de llevar pero, ahora veo que cometí la mejor decisión de mi vida, al empezar la vida realmente perfecta con él y tener dos preciosos hijos, Noah y Chlóe que son quiénes permanecerán como parte de nosotros cuando ya no estemos en este mundo tan hermoso y lleno de sorpresas.

       - ¿Sabéis chicos?-. Digo girándome hacia ellos, me apoyo en la encimara y comienzo, - es verdad lo que dice vuestro padre, nuestro pasado es un secreto ¿y sabéis como llamamos a ese secreto?-. Les hago saber. Justin se gira aún en la silla, sabe lo que voy a decir por ello me sonríe con brillo en sus ojos y con mucha atención me oye decir:

     - A ese secreto lo llamamos... Nuestro destino.

Nuestro destino [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora