Take me down
to the Paradise City
Where the grass is green and the girls are pretty.
Guns N' RosesAgosto:
"Estaba con los ojos cerrados sintiendo la brisa acariciar mi cara, al abrirlos un espléndido valle lleno de flores se alzaba en el horizonte, una sonrisa se me plantó en mis labios mientras sentía la humedad de la hierba en mis pies descalzos. En la euforia del momento comencé a correr colina abajo para poder adentrarme en ese mar de flores silvestres, con la única compañía del de los grillos y el canto de las aves.Corrí despreocupada de cualquier cosa, la dicha me inundaba y no había nada que me sacara de mi alegría, hasta que un trueno rompió la aparente calma de los cielos, un mar de nubes grises empañó el sol primaveral, los grillos dejaron de cantar y las aves huyeron a la protección de los árboles, árboles que no estaban hace un minuto atrás.
De la nada apareció un bosque inmenso que me fue atrapando en sus garras como dedos de bruja mala de un cuento de Disney. Di vueltas en círculos, buscando la forma de volver a casa, pero no encontraba las rocas de colores que mi tía dibujó marcando el camino de vuelta.
Cuando ya sentía que me rendía y el pánico poco a poco se iba apoderando de mí, sentí el calor de unas manos ásperas que tomaron las mías, nuestros dedos se unieron como anclas, su mirada verde calmó mi ansiedad, una hermosa sonrisa se le dibujó en el rostro marcando las pecas que hoy se ocultaban en su tez rosada, estaba limpio, olía a jabón de vainilla, tenía puesta mi camisa favorita de "Gun's and Roses", su cabello era de un rubio dorado con rizos que le
caían en la cara dándole un gesto bastante angelical, el chico brillaba. Yo le devolví la sonrisa.Me adentré al bosque con él, me acomodé un poco el pelo, ya que él se veía tan bello que por un momento sentí que no estaba presentable. Por alguna razón el supo guiarme al camino de las
rocas con sus mándalas, sentí tanta tranquilidad yo sabía en mi corazón que era capaz de ir sin preguntar hasta el fin del mundo junto a este chico.De repente, un hombre robusto a quien no alcancé ver el rostro se cernió sobre nosotros, pero no era a mi a quien miraba, su objetivo era el chico, de apoco le fue apagando esa luz, mi mano anclada a la suya se negaba a soltarlo. Cuando me percato bien sus uñas estaban curtidas de sangre, ya no estaba limpio, volvió a ser el mismo niño sucio y desgreñado que conocí. Su hermoso cabello rizado se convirtió en la maraña de pelos que siempre he querido cortar, pero lo más que me aterró fue ver sus ojos llenos de miedo y de espanto.
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El chico que imaginé mientras dormía
RomanceHe descubierto como el paso del tiempo puede llegar a ser tanto hermoso como despiadado. La vida tiene dos caras como una moneda tirada al viento. De su caída depende el lado que toca vivir. Sus ojos verdes me enseñaron la crudeza de este mundo. Mi...