28| "Family portrait"

43 3 54
                                    

"Can we work it out? (Can we?)
Can we be a family? (Can we?)
I promise I'll be better (I promise)
Mommy, I'll do anything
(I'll do anything)
Can we work it out?
Can we be a family?
I promise I'll be better
Daddy, please, don't leave"
Pink

"Can we work it out? (Can we?)Can we be a family? (Can we?)I promise I'll be better (I promise)Mommy, I'll do anything (I'll do anything)Can we work it out?Can we be a family?I promise I'll be betterDaddy, please, don't leave"Pink

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


A veces en la vida nos topamos con momentos que marcan un antes y un después, instantes que nos gritan antes de que llegue la catástrofe. Creo que hoy es uno de esos días que clonan para no acabarse nunca y darnos una puñalada tras otra.

Al verlo no pude evitar mirar hacia otro lado, me sentí como si me hubieran apuñalado una herida sangrante, una herida que apenas había logrado cerrarse. Estoy segura de que tanto Íker como mamá pensaron que iba a explotar como bomba atómica al verlo.

Incluso yo me sorprendí de la calma que se podía percibir en el aire como si cortara la respiración. Tragué saliva una y otra vez, podía sentir la mirada penetrante de Íker tras mi espalda, de seguro para servirme de salvavidas en caso de hundirme, sabía que estaba a punto de naufragar.

Cuadré mis hombros para poder enfrentarlo, el frío ártico recorría mi columna mientras continuaba frente a la puerta. No podía reconocer los dulces ojos de mi padre, detrás de su barba primitiva y las bolsas oscuras debajo de sus párpados, noté que había adelgazado, nuestras miradas colisionaron y de manera inevitable sentí como le reclamaba, noté un deje de remordimiento y culpa, pero por alguna razón no me llego al alma.

Estaba frizada, como cuando escuchas una canción a medias o dejas una película en pausa, quería gritar, pero también quería olvidar, deseaba señalarlo, pero era mas intenso mi deseo de abrazarlo.

—Al parecer volviste a recordar el camino a casa —espeté dirigiéndome a la cocina dejándolo atrás aún en el marco de la puerta.

El silencio abrumador fue su escueta respuesta, sentí los pasos de Íker tras de mí, respiré profundo, mientras su voz en mi oído me transmitía mil sensaciones, era como si ahí dentro de ese hueco profundo en donde mi padre me había lanzado, un mar de mariposas me devolvieran a la luz.

—Si me lo dices Lola, me quedo aquí contigo. Tú solo pídemelo.

Jesús del Verbo, su aliento calientito me puso la piel como un erizo en defensa, sentí también como quería protegerme, ser mi puerto seguro como siempre, pero por más que quera correr detrás de su barrera impenetrable sabía que esto debía enfrentarlo en familia. Una mirada bastó para que me comprendiera, no tuve que decirle nada más y asintió entendiéndolo todo.

—Estaré en casa, si me necesitas no dudes en ir, por favor.

Tan pronto soltó eso, quise agarrarme de su mano y largarme con él. Pero en vez de eso respiré profundo y solo asentí, abrí la alacena y tomé el jarrón de galletas de chispas de chocolate.

El chico que imaginé mientras dormíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora