He descubierto como el paso del tiempo puede llegar a ser tanto hermoso como despiadado. La vida tiene dos caras como una moneda tirada al viento. De su caída depende el lado que toca vivir.
Sus ojos verdes me enseñaron la crudeza de este mundo. Mi...
"Aquí estoy a tu lado Y espero aquí sentado hasta el final No te has imaginado Lo que por ti he esperado, pues eres Lo que yo amo en este mundo, eso eres Cada minuto en lo que pienso, eso eres Lo que más cuido en este mundo eso eres" "Café Tacva"
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Anoche discutí con Íker de lo lindo, sabes, por eso de darle un cierre monumental a la noche, juro que intenté no hacerlo, que traté de escabullirme como ratoncita hasta mi casa pero me cachó antes de poder hacer de Houdini.
—Podemos hablar.
—Íker mañana por favor —estaba ya atravesando la sala para irme cuando me bloqueó el paso.
—Lola necesito hablarte, no puedes irte así.
—¡Oh sí que puedo! Le dije a mami que me iría cuando tío arreglara mi celular, es Nokia gracias a Dios.
—Lo tiraste, estabas temblando cuando tití entró pude verlo. Lola perdóname pero es que tú no ayudas escuchando cosas que no debes.
—Ahora es mi culpa que ocultes cosas, te traumes porque ocultas cosas, te enfermas y recaes porque no sigues instrucciones, te empastillas demás y tratas de cocerte una herida porque te crees cirujano, no Íker esas son tus consecuencias y no te das cuenta que todos tenemos que sufrir esas consecuencias.
Íker me mira, sé que trata de mantener la calma pero el movimiento de sus piernas me dice que comienza a sentirse ansioso.
—Nunca ha sido mi intención que sufran por mi, lo sabes.
—Nunca lo es Íker, pero sin darte cuenta terminas siempre descontrolándote en los momentos menos indicado. De verdad Íker, déjame pasar no he tenido unos días muy acogedores.
—Lola, de verdad no está en mi te juro que lo intento, sé que estás pasando por un momento difícil, no quiero darte más carga.
—¡Pues deja de ser tan intenso!
Suspiré, "Paciencia Lola" trataba de empujarlo y abrir la puerta de salida la cual había logrado llegar a regañadientes, pero el rubio estaba modo peñón de Tíbet.
—¡Íker ya! —grité bastante fuerte —. Estoy cansada, si te digo que hablamos mañana es porque no quiero explotar. Y sí, soy entrometida lo sabes desde que me conociste, así que digamos que no escuché nada si eso te da paz en el alma —espeté bastante molesta, ya los tíos volvían a hacer acto de presencia, sus caras agotadas me dieron un coraje épico con él y ya sabía que no iba a poder parar.
—No, ¡sabes qué! te voy a decir lo que pienso y si te da una loquera de esas pues ni modo, te rehabilitas y si no te rehabilitas te las atienes con San Pedro. Mira a tus padres, míralos por un segundo, no tienen porque estar pasando desvelos, cansancio y sufrimiento. ¡NO LO MERECEN! Así que ubícate.
