He descubierto como el paso del tiempo puede llegar a ser tanto hermoso como despiadado. La vida tiene dos caras como una moneda tirada al viento. De su caída depende el lado que toca vivir.
Sus ojos verdes me enseñaron la crudeza de este mundo. Mi...
Look for the rainbow in every storm Fly like an angel, heaven sent to me Goodbye, my friend I know you're gone, you said you're gone But I can still feel you here It's not the end I gotta keep it strong before the pain turns into fear So glad we made it Time will never change it Spice girl
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Creo que solo he dormido una hora, al despertar recordé con brusquedad todo el suceso de ayer y se me erizó la piel, me levanté de un tirón. Me asomé a la ventana de mi cuarto y habían dos patrullas afuera, mis esperanzas de que todo fuera una pesadilla se esfumaron más rápido que una estrella fugaz.
No pudimos irnos para Nueva York en la noche ya que mi padre tendría que declarar hoy también como testigo, al parecer no es muy legal no reportar a una persona rápido que lo encuentras y pues los hermanos Matías hicieron todo lo contrario a la ley y eso que mi madre es agente y mi tío militar, ni se diga de mi padre abogado y mi abuelo sherif. No me creerían si la cuento.
Me hizo preguntarme cuán certera es la ley a veces en el momento de defender a alguien y si sus estrategias funcionaban siempre, lo dudo, si fuera así mi amigo no hubiera pasado todas las cosas que ha tenido que vivir en sus doce años de vida y mi tío estuviera ahora mismo haciendo el desayuno en vez de luchando por su vida.
Corrí escalera abajo encontrándome con mi familia abrazada y hablando con abuelo y otro agente que no conocía. Titi Amanda se acercó a mí, tenía los ojos hinchados y las ojeras delataban que no había dormido nada. Miré hacia la estancia y no vi al tío. Tití tomó un largo suspiro y me cojió de las manos, fuimos hasta la sala y nos sentamos en el sillón.
—Tallulah, anoche ocurrieron muchas cosas bastante delicadas, las cosas se han puesto muy peligrosas así que hoy, cuando tu papá termine su declaración te llevará a tu casa para que estés a salvo.
—¿Cómo está tío? —Fue lo único que se me ocurrió preguntar, mi voz sonaba más ronca y gruesa que nunca. Unas lágrimas se asomaron en su rostro pero se las secó rápido como para que no las viera.
—El está en el hospital, tu sabes que Enrique es un oso pardo de los duros, se pondrá bien —la voz de mi tía era dulce como siempre pero el modo de hablar delataba que tenía un nudo en su garganta. El mío explotó como las bombas de Iroshima y Nagasaki.
En ese instante algo en mi se rompió en mil pedacitos quise gritarle a mi tia por alguna razón decirle cómo era posible que todo esto pasara, pero las palabras no me salieron y solo puede soltar sus manos y taparme la cara rompiendo a llorar. Pensé en tío, en el trance astral de varias noches atrás y en la forma en que miraba a mi amigo, para estar en el hospital mi tío que era duro de roer tuvo que haber pasado algo muy malo, lloré también por eso y me dio miedo de Íker.
—Sabes algo de... —No pude decir su nombre, se quedó atascado en mi garganta junto a su última mirada aterrada.
Tití negó con la cabeza y me abrazó, todo esto también le dolía al igual que a mi, sabía que ver a a Íker le había traído recuerdos de su hijo y lo peor de todo es que su hermano, mejor amigo y único soporte estaba luchando por vivir. Volví a enterrar mi cara en su hombro me quería ir lejos de allí.
