7. Decadencia

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Pansy se despertó en su habitación, lentamente deslizó su mano hacia su cuello, sentía la presión de sus dedos pero nada de dolor. Bajo la mano y palpo las mantas junto a ella. Si esto era el paraíso Ginny no tardaría en encontrar su mano y estrecharla, pero ese lado de la cama estaba vacío.

Aguzo sus sentidos sin levantarse, tenía miedo de hacerlo. No podía quedarse sola, no otra vez. Una lágrima resbaló hasta su almohada.

Silencio.

Se incorporo con lentitud. Sentados en la banca de la ventana estaban dos muchachos. El moreno parecía dormido y se recargaba contra el pecho del rubio quien con la cabeza apoyada en la ventana, vigilaba hacia afuera por minúsculo espacio de la cortina que habia decidido abrir.

—Despertaste —le dijo sin voltear y sin levantar la voz más de una octava cuidando de no despertar a Harry.

—Debiste dejar que me matará.

—No voy a perder a más de mis amigos.

—¿Mantenerlos prisioneros forma parte de tu lenguaje de amor?

—No eres una prisionera. Cure tus heridas, tu varita está en la mesita de noche. Podrías atacarnos y escapar. U obligarnos a irnos —Draco suspiro y con cuidado se levantó, dejando a Harry recostado en el asiento. Debía estar realmente cansado si el movimiento no lo despertó —. Pero infiero que no quieres hacer eso.

—Casi me mata —dijo Pansy señalando con la cabeza a Harry. Draco se sentó junto a ella en la cama.

—Es... complicado, le gusta ser sobreprotector. ¿Recuerdas lo que le hizo a Crabbe? Y ni siquiera quise preguntar que hizo con Theo. Sin embargo, te debemos una explicación.

—No —dijo Pansy, y antes de que Draco pudiera replicar añadió —. Nunca le creí realmente a Weasley, pero necesitaba con quién desquitarme.

—Pudiste hacerlo con él.

—No vino solo. Dumbledore le acompañaba. Weasley fue hosco y grosero. Pero Dumbledore...

—¿Fue encantador? ¿Te mostró exactamente lo que querias ver? ¿Te dijo lo que querías escuchar?

—Extrañamente, si. La precisión debió ser la primera pista de que algo no estaba bien, pero todo se sentía correcto. Debió hechizarme ¿cierto? Nunca me cayó bien, pero mientras estuve con el, todo mi rechazo se desvanecio. Y, a decir verdad ahora lo siento de nuevo.

—Sería más probable, eres demaciado astuta para caer en embustes —Draco sonrió travieso y de golpe se dejó caer de espalda sobre las piernas de Pansy.

La muchacha pataleo un poco pero al notar que Draco no iba a moverse lo dejo estar. Por un segundo volvieron a ser niños. Y dejo escapar una risita entre dientes.

—¿Y ahora? —preguntó —. ¿Qué planean hacer conmigo?

—Puedes unirte a nosotros —había sido Harry quien contestó, aún estaba recostado Pero los miraba. Draco y Pansy dieron un respingo cuando lo escucharon. Ninguno había notado que estaba despierto.

Pansy volvió a llevarse la mano al cuello. Harry, a quien no le pasó desapercibido el gesto se levantó.

—Lo siento mucho —dijo imitando el gesto —, pero habías lastimado a Draco. Y no querías escucharme.

—¡Que excusa tan aceptable! Eso justifica todo con creces —dijo la chica con sarcasmo —.Iba a morir solo por una patadita en las costillas de tu novio. Permiteme disculparme, por favor. Y agradecerte tu gentileza al no asesinarme.

Pansy se incorporo un poco para realizar una media reverencia.

—Pans... -intentó advertir Draco.

—Dejala —lo interrumpió Harry —. No le falta razón. Entonces, por favor, déjame recompensarte. Podremos protegerte.

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