El sol empezaba a asomarse detrás de una colina, Hermione se encontraba sentada sobre una manta que había puesto para evitar mojarse por el pasto cubierto de rocío, desde donde estaba, podía ver la madriguera a lo lejos y tambien a cualquiera que viniera desde ahí, sin embargo, a ella oculta tras los árboles frutales no podrían verla, no a primera vista al menos.
Se abrazo las rodillas mientras miraba al frente sin enfocarse en algo realmente, estaba concentrada en su recuerdos, en Harry y Ginny riendo, cuando jugaban al quidditch con manzanas. Con Ron tratando de alcanzarlos. Su cabello rojo brillando bajo el sol.
Una serpiente plateada se deslizó sobre el pasto, oculta por la niebla que había bajado. Hermione dio un respingo cuando se levantó sobre su cola.
"No he podido contactarme con ellos, la fortaleza está cerrada incluso a la magia de los elfos"
No hubo saludo, ni despedida. No lo esperaba, ya era suficiente con que hubiera dejado de llamarla "sangre sucia", un año antes jamás se habría imaginado tener una relación cordial con Pansy Parkinson. Pero Harry confiaba en ella y ahora era la única manera en la que podría ponerse en contacto con él.
Se levantó lentamente, no tenía ganas de bajar aún, pero la señora Weasley no tardaría en llamarla para que la ayudara con el desayuno, a sus ojos era su futura nuera y una especie de reemplazo para la hija que había perdido. Recogió el libro de cuentos y el diccionario de runas, era la tercera vez que lo revisaba pero aún no lograba encontrar el símbolo con forma de ojo triangular. Lo había visto en la piedra del anillo también, creía que era algo relacionado con el poder o la protección, pero no había tenido éxito descifrando su significado. Tal vez no tenía los libros correctos. Sacudió la manta y la colgó de una rama baja para que se secara, regresaría por ella más tarde. Y sin ánimos, comenzó a caminar hacia la madriguera, la puerta trasera se abrió y de ella salió un muchacho alto y pelirrojo, como todos en la familia. Una sonrisa apareció en su rostro de manera inconsciente.
—Buenos días Herm —le dijo Fred cuando estuvo lo suficientemente cerca dedicándole su sonrisa traviesa.
—Buenos días.
Ambos vieron a los lados, pero el resto de la casa seguía en silencio. Fred depósito un beso dulce y suave en sus labios. Un silbido los hizo separarse enseguida, pero era solo un gnomo que Fred no tardó en tomar y aventar a través del campo.
—¿Necesitas algo de la ciudad? —pregunto Fred.
—Me gustaría otro libro de runas o símbolos, pero nos iremos está noche.
Fred le dedico una mueca enojada, pero Hermione le acaricio el rostro hasta que él se apoyó en su mano.
—Dumbledore jamás permitirá que nos acompañes —le dijo con tristeza —. Recuerda lo que le hizo a Ginny y a Draco, solo porque Harry los ama.
—Ronald no te protegerá como yo.
—Lo bueno que puedo hacerlo por mi misma.
Fred le sonrió.
—Regresare antes de que se vayan y te traeré los libros que encuentre.
—Gracias, Freddie — respondió dándole un beso rápido —Te veré más tarde, debo entrar.
Intento rodearlo pero Fred fue más rápido, tomándola de la muñeca y atrayéndola hacia si, le levantó la barbilla y la beso de verdad. La soltó a regañadientes cuando escucho pasos detrás de él. Sin decir nada más camino hacia los límites de la propiedad para que pudiera desaparecerse.
...
El sol entraba a raudales por la ventana cuando Harry despertó, se encontraba recostado sobre su propia cama, aunque alguien le había acomodado las sábanas y puesto una pijama. Estaba a punto de volver a cerrar los ojos, ya que aún se sentía cansado y el cuerpo le dolía como si llevara una semana entrenando sin descansar, pero el movimiento de una mancha blanca a los pies de la cama llamo su atención, estiró la mano para buscar sus gafas en la mesita de noche.
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Traición
FanfictionSegunda parte de: LEALTAD Después de ayudar a entrar a los mortifagos a Hogwarts para poder robar la espada de Gryffindor, Harry y Draco deberán unirse a los mortifagos y hacerles creer que de verdad están de su lado. Los personajes y el mundo de H...