Traición

18. Alivio

Una vez mas Hermione y Ron habían sido llamados ante la presencia de Dumbledore. Aun faltaba una semana para el inicio de clases pero les había dicho que lo que tenia que decirles no podía esperar. Ron la ignoraba como había hecho desde que Fred los alcanzo en el bosque, afortunadamente y para descontento de la Sra. Weasley no se habían visto mucho, ya que ni siquiera Fred iba a la madriguera con tanta regularidad como ella queria.

Sentados frente al escritorio, esperaron a Dumbledore quien les había indicado que subieran mientras el discutía unas cosas con Snape a los pies de la escalera. La puerta detrás de ellos se abrió y Dumbledore entro finalmente, se sentó frente a ellos y los vio por encima de sus gafas.

—Al fin tenemos a Harry —les dijo.

Ron que había estado examinando los artilugios alrededor de la oficina con el fin de no ver a Hermione volteo por fin, y casi a regañadientes volteo a ver a la chica esperando su reacción, quien se mostraba sorprendida.

—Pero ¿Cómo..?

—El profesor Snape aprovechando cierta información que le he proporcionado y ha informado a Lord Voldemort de que tengo en mi poder ciertos horrocruxes, si bien no le ha revelado que sabe lo que son, le ha convencido de que solamente Harry y el joven Draco podrán hacerse con ellos ya que son quienes antes han burlado la seguridad de mi oficina y otras partes del colegio. Tambien convenientemente le hemos realizado una maldición Imperius a Dolohov, quien se encuentra en Hogsmeade vigilando y como un enlace entre los demás mortifagos y Severus, y nos servirá como informante en tanto dure el ciclo escolar.

—¿Cómo entraran a Hogwarts? —pregunto Ron — ¿Cómo estudiantes?

—Como profesores —respondió Hermione adelantándose a Dumbledore —. ¿No es así?

—En efecto, señorita Granger. Ya veo que los rumores corren rápido.

—No correrían tan rápido si no vinieran sustentados por la extraña desaparición de la profesora Burbage y la renuncia del profesor Slughorn a quien tanto trabajo le costo convencer para que viniera.

—Ja —se burló Ron —. No pretenderá que nos enseñen de verdad o ¿sí?

—No sería la primera vez —contesto Dumbledore —y probablemente sea la única oportunidad que tendremos para retenerlos. Como saben Harry es una pieza irremplazable para destruir a Voldemort.

—No, la verdad es que no lo sabemos —Ron se había puesto de pie, pero no levanto la voz aunque su tez estaba cada vez más roja —. Empiezo a darme cuenta de porque Harry se fue, dijo que necesitaba a alguien dispuesto a hacer su trabajo, que confiáramos en usted, pero solo hemos dado vueltas en círculos. ¿Por qué mandarnos a rastrearlo si Snape podía hacerlo venir con tanta facilidad? Hemos dejado de buscar horrocruxes porque según usted no tenemos las herramientas para destruirlos, aun si en las catacumbas debajo del colegio hay un esqueleto de basilisco con suficientes colmillos. Dice ser el mago mas poderoso de nuestro tiempo, pero un par de adolescentes han hecho y desecho frente a sus narices y pretende que otro par le haga el trabajo sucio —dicho esto y sin esperar respuesta del director quito la silla de en medio para poder irse —. ¿Vienes? —le pregunto a Hermione quien había estado callada durante todo el monologo, la chica se apresuro a levantarse y ambos se fueron sin despedirse.

Atravesaron el colegio y los jardines rumbo a Hogsmeade en silencio, Ron ligeramente delante de ella. Cuando salieron de Hogwarts fue Hermione quien hablo primero.

—¿Ron? —el pelirrojo volteo, sus mejillas seguían algo coloreadas y Hermione pudo notar como trataba de controlar su respiración —¿quieres tomar algo antes de ir a casa?

Ron asintió, y tomando una respiración profunda abrió un poco los brazos a sus costados, Hermione entendió de inmediato y se acerco para dejar que la abrazara.