「capitulo nueve - baile」

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BAEKHYUN

Me miró en el espejo y veo al chico que me miraba con una expresión en blanco. Suspiré antes de aplicar un toque final en mi cara y reorganizar mi vestido, el que Jungkook me envió para esta noche.

Era un elegante vestido rojo que revelaba todas mis curvas.

─ Se ve deslumbrante, Señor Jeon.

Jungkook apareció de repente detrás de mi, haciéndome saltar ligeramente.

Llevaba un traje negro, camisa blanca, corbata negra y un pañuelo rojo en el bolsillo. A juego con mi vestido.

Me giro para mirarlo mientras él me revisaba de pie a cabeza, antes de sus ojos se posaran en la abertura del vestido sobre mi pierna derecha.

Pervertido.

Chasqueé los dedos sacándolo de sus pensamientos.

─ Mi cara está aquí arriba, amigo.

Puso los ojos en blanco antes de girarme y poner su duro pecho contra mi espalda. Un objeto frío tocó mi cuello, miré hacia abajo y jadeé al verlo. Era un collar con el apellido Jeon, grabado en cursiva en plata con un diamante blanco puro.

─ Nunca te quites esto. ─Me susurró al oído y su cálido aliento rozo la parte posterior de mi cuello, provocando un escalofrío que recorrió por mi columna vertebral.

Me estremecí cuándo pasó su mano por mis curvas con delicadeza.

Lo aparté frunciendole el ceño.

─ Llegaremos tarde. ─Dije mientras pasaba junto a él sin mirarlo, porque estaba seguro de que parecía un tomate.

Jungkook vino corriendo detrás de mí antes de rodearme la cintura con su brazo mientras bajamos las escaleras. Traté de alejarlo pero solo logré que me agarrara más fuerte mientras me sonreía burlón.

Suspiré y me rendí, porque no era rival para él.

Nos subimos al auto y SeokJin encendió el auto para llevarnos a nuestro destino con tres autos adelante y cuatro autos atrás. Me burlé y le puse los ojos en blanco.

─ ¿En serio, Jungkook? ─Le levanté las cejas─ ¿Vamos a un baile o a una zona de guerra dónde necesitamos tantos hombres?

─ Cualquier cosa puede pasar, querido. Después de todo, ese cabrón es mi enemigo de la infancia. ─Dijo encongiendose de hombros.

Le puse los ojos en blanco.

─ ¿Qué hizo exactamente para que lo odies?

Tarda en responder, pero aún así, no lo hace.

─ Está bien. Déjalo, no me digas nada.

Después de todo, ¿Quién soy yo para preguntarle algo?

Luego de un incómodo y silencioso viaje, finalmente llegamos a nuestro destino.

Él salió primero antes de venir a mi lado y ayudarme a salir.

Me acercó más a él, envolviendo su brazo alrededor de mi cintura.

─ Quédate cerca y no aceptes nada de nadie. ─Me susurró al oído y asentí antes de entrar al salón.

El lugar gritaba ¡Opulencia! El salón en si mostraba que el hombre no era un tipo común y corriente.

Cuándo entramos al salón, muchas cabezas se volvieron hacia nuestro lado y me puse nervioso, pero aún así mantuve mi cara de piedra.

MY YOU [kookv]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora