We're From Saturn | Somos de Saturno (Andy Biersack)

Capítulo 16 "La primera noche"

Kaylee:

Estaba completamente asustada, Andrew se había enfermado por haber esperado bajo la lluvia durante mucho tiempo, observé a mí alrededor buscando una respuesta y me sentí idiota por eso

—Hace... Fr-Frío...— Andrew jaló un lado de su chaqueta para cubrirse inútilmente con ella

—Realmente no das más que problemas— Miré mi mochila a un lado del ascensor, me apresuré a tomarla y rebusqué en ella —Lo encontré— Saqué rápidamente una tira de la caja de aspirinas que llevaba siempre conmigo, retiré una de las pequeñas pastillas de su tira y dejé nuevamente la caja en mi mochila —Abre la boca— Le ordené a Andrew mientras tomaba una pequeña botella de agua de la mochila abriéndola.

—¿Eh? ¿Qué es eso?— Murmuró sin abrir los ojos, me acerqué a él tomando su cabeza colocándola sobre mi rodilla

—Un medicamento— Él abrió los ojos lentamente y se acomodó ligeramente

—No quiero que me des ningún medicamento raro...

—¡Cierra el pico y haz lo que te digo!— Grité exasperada porque dejará de actuar como un niño, él me miró en signo de aceptación y abrió la boca, puse la aspirina en ella y tomé su cabeza recargándola aún más con mi mano para hacer que tomará el agua y así lo hizo, me aleje de él hasta que se pasó la aspirina, metí la botella de agua en la mochila —Por la mañana alguien vendrá a ayudarnos— Me quité el abrigo que llevaba puesto y lo coloqué sobré su cuerpo, de igual forma retiré la bufanda que llevaba en mi cuello y se la puse a él, me miró con cautela.

—Tú... ¿No tienes frío?— Parecía preocupado, comencé a sobar su brazo para hacerle entrar en calor

—Los pobres solemos pasar frío así que estoy bien, además soy como la mala hierba

—Lo... Lo lamento— Me detuve y lo miré incrédula —Da igual, hemos acabado así, porque tú llegaste tarde a nuestra cita— Él dirigió su mirada a otro lado y comencé a reír levemente —¿Qué es tan gracioso?

—Estando así, cualquiera diría que eres el líder de los F4— Le di un leve golpe en la apierna y él volvió su mirada a mi

—Cállate— Se quedó callado unos segundos mientras trataba de regular su respiración —La tarjeta roja... Queda anulada— Me sorprendí por sus palabras, Andrew estaba mostrando aquella parte que me gustaba de él —Quizá ya sea un poco tarde

—Estas delirando ¿Crees que puedo perdonarte tan fácilmente?— Él apartó lentamente su mirada de mí sus ojos comenzaron a cerrarse con lentitud mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro, después de unos segundos se quedó dormido, lo acomodé quitando su cabeza de mi pierna, puse mi mochila debajo de ella para compensar el soporte, volví a arroparlo con cuidado y lo observé dormir durante unos instantes antes de alejarme y sentarme a su lado.

El tiempo pasaba y yo no paraba de pensar en todo lo que había pasado, aquel idiota chico había esperado bajo la lluvia por cuatro horas a que apareciera, ese idiota chico me había salvado de caer al inminente vació, ese idiota chico se había disculpado por la tarjeta roja y ese idiota chico ahora estaba dormido a causa de una enfermedad que yo le había causado, aquello me hacía sentir de una forma extraña, no sabía cómo nombrar ese sentimiento, aunque tratará de alejar aquellos pensamientos de mi cabeza ellos no cedían a irse.

Revisé mi teléfono unas cuantas veces, alrededor de las 11:00P.M cedí a los brazos de Morfeo, durante la noche cambiaba mi posición en repetidas ocasiones, la temperatura comenzó a bajar hasta en punto en el que de forma inconsciente (o consiente) me acurruqué al lado de Andrew, me metí debajo del saco que sirvió para taparnos a ambos, él se movió ligeramente dándome un espacio a su lado, ambos quedamos frente a frente, Andrew me había abrazado por la cintura hasta atraerme a él y ambos dormimos abrazados en aquel ascensor, esa era la primera vez que pasaba la noche con alguien.