We're From Saturn | Somos de Saturno (Andy Biersack)

Capítulo 26 "No te quiero volver a ver (Parte 1)"

Luke:

Mi espalda se encorvó cuando me retranqué sobre el barandal que estaba frente a mí, miré a las miles de estrellas que brillaban en el cielo, aquel silencio entre nosotros, quería creer que era algo normal. Trataba de no mirarle aunque sabía que esta charla iba a pasar de todas formas

—¿Ha ocurrido algo?— Su voz sonó tan débil que por un segundo pensé que estaba "Pensando en voz alta" —Desde que has vuelto de Francia, has estado un poquito extraño— Esta vez su voz sonó firme y decidida, aquella sí que era mi Kaylee —¿Te ocurrió algo?— Me encantaba aquella preocupación que ella tenía hacia mí, ojalá hubiese descubierto eso antes, una sonrisa se formó en mis labios sin siquiera pensarlo

—Cada día estaba lleno de felicidad— Aquella sonrisa se tornó triste, recordarla nunca sería bueno, su rostro apareció automáticamente en mi mente, Aleisha —Todos los días, cocinábamos, incluso cuando a pesar de que no estábamos acostumbrados a ello, por la noche casi no dormíamos hablando de nuestra infancia— Es divertido como los buenos recuerdos pueden llegar a lastimarte, mi mirada se perdió en la nada, traté de que no se me formará un incomodó nudo en la garganta, suspiré profundamente logrando desaparecer la neblina triste de recuerdos —Ah, y también hablábamos mucho sobre ti, Kaylee— mencioné y ella me miró sorprendida —Aleisha me dijo que realmente le agradas— Mi vista aún seguía en algún punto de la nada perdida, no era mi subconsciente el que hablaba, al parecer mis ridículas emociones habían tomado el micrófono —Pero, aquellos días no duraron mucho— Me acerqué a ella lentamente hasta quedar separados por aproximadamente medio metro de distancia —Aleisha empezó a estar muy ocupada y yo estaba todo el tiempo solo— Bajé la mirada al pavimento tratando de no descomponerme, sin duda alguna Aleisha podría ser considerada mi "Cruz". Carraspeé volviendo a la realidad —No era capaz de hacer nada por su bien, recuerdo la primera vez que te peleaste con Andrew, aquella vez que lo golpeaste— murmuré al momento que regresaba la mirada a aquellos bellos ojos cafés —Siempre pensé que era lo mismo, yo... No puedo hacer nada por la persona a la que quiero— Lo ultimó lo dije para mí mismo —Ah, me pregunto por qué te estoy contando todo esto— En su rostro no había expresión alguna y el terror inundo mis venas, por mi mente pasaron múltiples escenarios donde ella se alejaba por lo que había dicho

—Eso no es verdad— Ella dio un paso hacia mi dirección acortando aún más l distancia entre nosotros, sus ojos mostraban perseverancia —No eres una persona que no sepa hacer nada— replicó —En la escuela, cuando todo el mundo me perseguía y acosaba tú me salvaste y te convertiste en mi único aliado, es por lo que, yo...— Ella se quedó callada y desvió la mirada a otra parte parecía estar pensando en las palabras correctas y por algún motivo me sentí extrañamente nervioso por saber aquello pues esperaba que fuera lo mismo que yo estaba pensando —Al final... Tú— Sus ojos volvieron a toparse con los míos y pude jurar que sentí algún tipo de conexión —Tú... Me has salvado— Adiós a la pequeña ilusión —Muchas, muchas veces, la razón por la que estoy aquí ahora mismo... Es por ti, Luke Hemmings— Aquello me bastaba, di un par de pasos rápidos hacia ella, sinceramente no me importaba si ella no lo decía o si ella no lo aceptaba o si estaba confundida, estaba completamente seguro de que lo sentía, tomé una de sus manos con delicadeza y ella me miró tratando de contener las lágrimas en sus ojos después de aquel pequeño arrebato de sinceridad que había tenido

—Kaylee... Yo...— Me agaché lentamente hasta quedar a unos centímetros de su rostro, ella se había quedado quieta, me acerqué aún más hasta que nuestras respiraciones chocaron y el latir de nuestros corazones pudiera oírse. No sé porque razón había tardado tanto en descubrirlo, ella me había enseñado a hacer cosas que no había hecho antes, ella me había enseñado a luchar por la persona que quería y ahora iba a luchar sin importar que tuviera que arriesgar en el camino. Ella dio un respingo tras escuchar una rara melodía, ambos nos separamos con rapidez, no fue hasta que escuché con atención aquella canción proveniente de un iPhone Negro cuando descubrí que quien llamaba era Andrew ¿A qué otro idiota se le ocurría poner un tema de Batman como tonó de llamada?, me retranqué nuevamente en el barandal soltando un suspiro un tanto molesto por la interrupción —Es Andrew ¿No?— murmuré sin mirarla y ella se alejó a contestar la llamada.