—Quién me manda a esta mierda —gruñó, intentando suavizar su mirada para el público pero siseando todas las maldiciones que tenía en mente. —Si tuviera el dinero suficiente, no haría esto. Es una maldita desgracia-
—Hombre, lleva esto afuera —alguien lo interrumpió reemplazando la bandeja vacía por una nueva llena de copas con un líquido burbujeante que Jeno estaba seguro de que, además de ser champaña, costaba más que su vida.
—Sí, claro —asintió fingiendo una sonrisa y poniendo su voz más amable, pero en el momento en que se dio vuelta, su rostro volvió a ser indiferente e irritable con su alrededor, afortunadamente, todos los sirvientes debían llevar un antifaz que cubriera su rostro, de no ser así, lo hubiesen corrido a patadas por su cara de desagrado al estar rodeado de gente insoportable.
Tomó un gran suspiro y con la bandera dorada –Jeno esperaba que no fuera de oro puro–, salió hacia donde se realizaba el gran baile que se había hecho en bienvenida de uno de los príncipes.
Siguió llevando bandejas y bandejas de champán por el salón, escuchando a la gente murmurar tales barbaridades que solo lograban hacer que el rechazo y la repugnancia hacia ellos fuera más grande. Afortunadamente sabía controlar sus impulsos y más de una vez contó hasta diez para no lanzar su bandeja a las personas que hablaban estupideces sobre la gente pobre del reino. Estaba seguro que si hacía tal acción, no dudarían en llevarlo al calabozo que tan bien conocía.
—¿Puedo tomarme un descanso? —preguntó al jefe de empleados. Sus pies ya no daban más del dolor debido a que estaba utilizando unos zapatos que eran más pequeños de lo que calzaban sus pies. Era lo único decente que tenía para trabajar y lo había comprado hacía ya cinco años. No podía darse el lujo de comprar un par de más. —No he parado desde que esto comenzó.
—Quince minutos, nada más —su jefe dijo y Jeno casi corrió por la parte trasera de la cocina hacia la salida que daba a la zona menos transitada del castillo.
Sin buscarlo, encontró la soledad que deseaba. Detrás del enorme castillo, lugar donde se llevaba a cabo la gran fiesta, no había más que oscuridad y silencio. Todo el bullicio de lo que había dentro, se desvanecía en cuanto la puerta se cerraba a sus espaldas. Era perfecto, así que Jeno realmente agradeció su momento único con el oscuro cielo.
Estaba hastiado de tanta gente, de servirle a todas esas personas cuando lo único que quería era que todos se arrodillaran y suplicaran perdón por todo lo cometido y no cometido, principalmente la familia real, anfitriones de todo este espectáculo. Es que la rabia y el rencor que sentía hacia ellos era inmenso, tanto así que algún día pedía por verlos rogar. Jeno no le importaría incriminarse con ellos; lo hubiera hecho de no ser por su abuela que esperaba por él todos los días.
Algo crugió a lo lejos y Jeno se alarmó, poniéndose en modo de defensa de inmediato y estuvo a punto de soltar un golpe cuando los pasos siguieron acercándose hasta donde él estaba. Todo su cuerpo estaba en alerta hasta que una figura que denotaba elegancia se detuvo a unos metros de él.
—¿Alteza? —preguntó sin querer sonar sorprendido, pero lo hizo. De haber querido, su voz hubiese sonado llena de desagrado.
—¿Quién eres? —el duque quiso saber con el ceño fruncido, los dos siendo iluminados únicamente por la brillante luna y las escasas luces que estaban alrededor del castillo. —Por tu antifaz, no logro saber quien eres. De todos modos, ¿qué haces aquí?
—Por supuesto que no iba a acordarse de mí —Jeno soltó casi con diversión. —Alguien como usted jamás se acordaría de alguien tan simple como yo, ¿verdad?
Ambos se quedaron en silencio por largos segundos.
—Menesteroso —afirmó haciendo una mueca. —Tan despreciable como siempre. ¿Qué es lo que estás haciendo aquí? Debes estar sirviendo a las personas que tanto aborreces, solo así puedes ganar algo de tu pobre dinero.
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On the Crown ↬ Markhyuck ; Nomin ; Chensung [NCT]
FanfictionUn príncipe heredero, una princesa sumisa, otro príncipe que en su pasado fue un rebelde y un duque que con añoranza desea la corona. No todo es tan lindo en la realeza y Donghyuck, Karina, Chenle y Jaemin iban a demostrarlo. _________ • Drama ; ro...