El sultán se encontraba ahora, postrado en una vieja cama, una cama que cada día consume más y más sus pocas energías. Y su amada esposa, Haseki Mahidevran, sufría al ver su estado, pues no sólo sus hijos corren peligro, sino también el único hombre al que ama.
Todo era hostil, el sultán empeoraba cada vez más, y ahora el matrimonio de Raziye con Alí Mahmud Paşha se presentaba ante la Haseki, todo un caos.
Las hermanas del sultán, Beyham y Hatice descansaban a la punta de la cama del sultán, oyendo los ronquidos que daba, y cada vez se hacían más profundos. Ahora Mustafa el joven príncipe y pronto heredero a la provincia de Manisa, animaba a su hermana, pues aquel Paşha con el que sería casada lleva varios años más que ella.
—¿Por qué, Mustafa? ¿Por qué a mí? —Raziye seguía llorando, cada vez más y más, sus manos estaban en su frente y balbuceaba con enojo.
—Raziye —susurró el pelinegro, levantando el rostro de su hermana-, haré algo, lo juro...
Aquella joven de ojos celestes y cabello negro abrazo a su hermano, y con toda la calma seco sus lágrimas.
—No puedo llorar... Ahora Cihanger podría entrar —murmuró alejándose de su hermano—. Y si me ve así, se lo dirá a Mihrimah, y ella a... —Mustafa continuó.
—Hürrem... Lo sé.
Mustafa besó la frente de su hermana y salió de la habitación con una expresión de enojo e impotencia, lo único que quería era ver a su madre, quien apenas salía de sus aposentos. La castaña sólo lloraba pensando en qué haría sin él amor del sultán, de aquel oji-azul que veía todos los días y a quien tanto ama.
Al fin, después de horas, Mahidevran salio para toparse con su hija, aquella joven pelinegra solo sollozo e hizo una reverencia, dejando a su madre desconcertada. Ambas hermosa mujeres tenían la nariz roja y los ojos hinchados ligeramente.
—Raziye —susurró la haseki y bajo su cabeza.
—Madre...
La voz de la joven se derrumbó y corrió a los brazos de su progenitora, recibiendo cariño y calor de su parte. Mahidevran sabe el sentimiento que tiene su hija ante el compromiso con aquel pasha, que pronto iría a gobernar una gran provincia al casarse con su única hija.
La castaña llevó a su hija en un abrazo y entró a la habitación del sultán, viendo como este apenas abría los ojos y enseguida una sonrisa se formo en su rostro. Las dos mujeres que más ama se encontraban en la habitación.
Ellas corrieron hacia el monarca, y abrazaron al hombre con tanta alegría como fuese posible. El oji-azul beso a su esposa, y luego abrazo a su hija. Los tres estaban al fin juntos, y tras largas noches llegó el momento haciendo momento lleno de gracias y cariño. Pero aquello no duraría, pues Raziye pronto se casaría.
******
El día llegó, Raziye estaba en su cuarto, las sirvientas colocaban un velo azul sobre su cabeza y escuchaban con atención lo que el sehzade decía, como aquel joven se quejaba y golpeaba las cosas preguntando por qué casarian a su hermana.
—Cálmate —ordenó Raziye mientras un par de lágrimas caían por su hermoso rostro—. Mamá preparó todo para esta noche.
Mustafa sonrió chueco, conoce la forma en la que su madre y hermana se encargan de solucionar las cosas, y con ello las muchachas sintieron un escalofrío.
—Ese viejo no te tocara un solo cabello, y si lo hace, juro que lo asesinare.
—Mustafa, no comentas ninguna tontería —Raziye sonrió secando las lágrimas que legaron a caer—. Pronto abra un funeral en honor a un tonto.
El pelinegro estuvo apunto de hablar cuando la presencia de su madre llegó, ambos hicieron una reverencia y le dieron una sonrisa a su madre, la castaña suspiro al ver a su hija.
—Raziye... Alláh quiso que te casaras, pero está no es una boda feliz —la pecosa recostó su cabeza en la mano de su madre y solo sonrió, aceptando el futuro que vendrá.
Y allí, todos salieron, partieron a un lujoso palacio, en donde la vida del hombre quedaría clavada por siempre. Raziye se colocó su pijama cuando el grito del hombre interrumpio. Los aghas corrieron a su rescate, y ella salió de los aposentos totalmente asustada.
La vista que tuvo fue algo aterrador, su esposo había muerto, estaba en el piso y de su boca salía espuma, como si de un envenenamiento se tratase. Los guardias alzaron al hombre alejando a la hermosa mujer de su esposo, y allí llegó el guardia favorito de Raziye Malkocoglu.
El pelinegro corrió al lado de la sultana y miró como sus ojos temblaban de una manera inexplicable. Sujetó sus hombro y agachó la cabeza para verla.
—Sultana... —el bey trataba de distraer a la joven pero ella solo permaneció en silencio.
Bali bey se mantuvo con ella esperando hasta que obtuviera una respuesta, pues aquella escena que presenció daba por concluido que ella había quedado viuda, sin siquiera tener su noche de bodas.
Listoop, lamento no haberles subido el cap antes, aún así espero que os guste 🫶.
Quería preguntarles si quieren que Mahidevran tenga más poder que las sultanas de sangre al casarse con el sultán o simplemente sea como en la novela. (Aquí y en los capítulos normales)
El físico de la hija de Mahidevran, Raziye, en estos capítulos, está en la multimedia, o sea, en la parte de arriba.
Aún no hay enfrentamientos directos entre los hijos del sultán pero pronto lo habrán.
Total de palabras e icons; 930
ESTÁS LEYENDO
Valide Haseki Mahidevran Gülbahar Sultan
Fantasy-¿Qué hubiera pasado si Mahidevran se ganaba el amor de Süleyman? ¿Qué tal si se convertía en la mujer más poderosa de Estamul? Todo esto sucede gracias a Carol, una joven de 15 años, que está obsesionada con el Imperio Otomano, más específicamente...