-¿Qué hubiera pasado si Mahidevran se ganaba el amor de Süleyman? ¿Qué tal si se convertía en la mujer más poderosa de Estamul?
Todo esto sucede gracias a Carol, una joven de 15 años, que está obsesionada con el Imperio Otomano, más específicamente...
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Al amanecer, Mahidevran despertó por los llamados de Mustafa. El pequeño tuvo una pesadilla.
—¿Qué pasó, Mustafa? —Preguntó Mahidevran mientras acariciaba el rostro de su hijo.
—Soñé que todos moríamos.
Mahidevran hizo una mueca y abrazo a su hijo. Lo acomodo en su cama y se acostó junto a él.
—Mustafa, hijo mío, estaremos juntos siempre. Somos una familia unida, gracias a Alláh.
—Flor mía.—Mahidevran se giró y vio al sultán parado junto a ella.
Mahidevran y Mustafa se levantaron sonriendo y abrazaron a Süleyman. Él se acomodo en la cama e hizo una mueca.
—Esta cama es muy incomoda. Te cambiaré de aposentos.
Mahidevran estaba sorprendida, la cambiarían de aposentos.
—Tendrás muchos hijos más, y necesitas estar cómoda.
El sultán besó su frente y se acostó en el medio de los dos, durmieron plácidamente hasta que el pequeño Abdullah despertó a sus padres.
El sultán cargo a su hijo y lo mecio de un lado al otro, así Abdullah se quedó dormido.
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Horas después, Mahidevran despertó y se dirigió al jardín, allí estaba Ayşe, viendo desde abajo hasta una ventana en la que estaba Hürrem, sonriendo mientras sujetaba su vientre.
Mahidevran noto el enojo de su amiga y se acercó a ella. Miró como caminaba disgustada por el jardín.
—¿Qué sucede?
—Nada.
Ayşe mintió. No quería que se le acercara, ella estaba enojada. No soportaba la sola idea de ver a Hürrem.
Por otro lado el sultán estaba con Mustafa, había acabado la reunión y es por eso que daban vueltas por el harem. El sultán salió al jardín y se topo con su amada mujer.
—Mi sultán.—Sonrió Mahidevran.
—Rosa mía.
Ayşe hizo una reverencia y se dirigió a sus aposentos, pues el sultán lo ordenó. Apenas dio a luz hace 3 días y ya pasaba de un lado a otro.
