Las alas se quemaron con fuego

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[Capítulo 5]

[
Resumen;
El humo negro abraza el cuerpo muerto del Angel. Aquel angel que fue arrogante cayó por creerse el mejor.

Las manos tocan el cuerpo frío

Y lo abrazan con dolor y felicidad.
Y rie. Reír hasta no poder más.]

Adam cae al suelo mientras siente que el dolor palpita por su herida recién hecha en el torso. Por un momento sus ojos miraron el cielo rojo recordándole la sangre que había derramado por el egoísmo y rabia que sintió al llegar a este lugar.

El primer hombre escuchó el grito desgarrador de su fiel compañera, su más leal perra.

Los demás angeles se quedaron en silencio. Sin saber cómo reaccionar. Ante el grito de su hermana mayor y el estado de su padre.

Ninguno de los ángeles sabía que hacer ante esta tragedia. De poder proteger al progenitor de la humanidad.

El primer hombre vio llorar a Lute y sintió los ojos de todos en él, los ojos de los demonios que quieren devorarlo por venganza y placer. El placer de probar carne de ángel.

Y los ojos ángeles que estaban angustiados por verlo tan débil. Sintiendo la rabia de no poder protegerlo.

Adam le dió una pequeña sonrisa mientras sentia que su visión se oscurecía más y más por la falta de sangre. Más al saber que había orientado bien a sus perras sabiendo que ellas tenían los ovarios bien puestos ante la lucha. La lucha contra demonios que habían tomado la ventaja de herirlos.

La mente del primer hombre se sentía angustiada al saber que no lograría salir de esto y escuchaba las alas de sus hijas menores. Volando hacia el hogar en el cielo. Sabiendo que ya habían perdido uno de los suyos.

Ella sabían que su padre estaba muriendo.

Ellas conocían el protocolo. Si el líder estaba herido, era una retirada para sanar sus heridas y seguro batallando en la siguiente lucha.

El primer hombre sintió dolor y cansancio.

Su cerebro pensó con dolor mientras sentía las manos sujetarle el brazo. Sabiendo que ya había sido dejado en el infierno. Sabiendo que ellas estarían bien ahora y que el era el único afectado.


[Supongo que este es el fin...]

Sintió las garras afiladas sacando en torcido su piel y carne mientras escuchaba el sonido de masticar de uno de los demonios a su lado.

El no grito. No grito por lo cansado que estaba y por la falta de carne que tenía en su cuerpo y solo continuo pensando con los ojos vidriosos y débiles al ver a los demonios devorarlo.

[Me duele mucho... Pero es mejor así...]

Algo le abrió su túnica y sintió las garras en su estómago perforado y solo miro como sacaban un instinto con un hambre feroz y vio las caras borrosas que sonreían.

Eran como sombras mal dibujadas, sus dientes afilados que se alargaban por comer y comer.

Adam estaba alucinando por la perdida de sangre. El lo sabía. Y sabía que era real.

[Los amo... Los amo tanto que les deseo lo mejor cuando me vaya... Mis preciosos niños...]

Pensó el progenitor de la humanidad dando su último respiro, mientras una nube negra lo envolvía y los demonios caníbales quienes estaban tratando de sujetarlo para no perderlo de sus garas sangrientas con líquido dorado.

El hambre aun no estaba saciado. Los demonios gruñeron mientras iban a comer a las hijas caídas del primer hombre. Sin importarles que su presa y se había ido. Solo sintiendo irritación.

Pero...

Adan ya no estaba. Y algunas dudas empezaron a surgir de algunos demonios quienes habían presenciado todo.

Y lucifer sabía quien había sido.

[Caín... ]

Pensó lucifer.

___________

Lute voló en el cielo hasta que apareció en la entrada de su hogar, el paraíso de la santidad y la pureza. Los hijos de Adan estaban ahí. Los niños y niños que había criado y orientado aquel hombre. El primer hombre. El padre de todos los humanos.

Uno de los niños, no. Uno de los hombres del cielo  voló hacia ella y miro la sangre en su ropa sin percatarse que lute estaba escondiendo la aureola detrás suyo lo único que quedaba de su gran padre.

Lo único que tenían de Adam.

-"Lute, hermana mia. ¿Dónde está padre? ¿No debería estar aquí con ustedes para que festejemos?'- mencionó Abel mientras sonreía pero su sonrisa se desvaneció cuando miro la expresión de su hermana.

Lute...

Solo tenía la mirada perdida y habló con toda la neutralidad que pudo juntar en sí misma.

-"Abel, hermano mío. Adam se fue por una inspección en el infierno por un tiempo. No volverá... En un tiempo"- respondió Lute mientras apretaba la aureola en su mano.

Lute miro a sus hermanos detrás de ella y hablo.

-"¿No es cierto hermanas mías?"-

Las exorcistas solo asintieron y hablaron en confirmación, en total monotonía también. Sus corazones ya estaban rotos por la perdida.

-"Si... Lute tiene razón, Abel padre está descansando..."-

Uno de las angeles exorcistas decidió hablar una vez más cuando noto la mirada dudosa de Abel y los demás hijos del progenitor de la humanidad.

Alma, un ángel del grupo. Y la hermana de Lute habló tratando de ser positiva.

-"Hijos de Adan, mis queridos hermanos si quieren pueden ir con nosotras a ver el festival en el cielo por el año de nacimiento de padre"-


Abel la miro y luego miro a Lute. Abel pregunto sin creer del todo sus pocas palabras.

-"Chicas... ¿Que me están ocultando?"-

Pero Set, el tercer hijo puso su mano en el hombro de su hermano y hablo. Sus ojos miraron a su hermano y habló con calma.

-"Tranquilo hermano mío, estoy seguro que papá está bien, son nuestras hermanas ellas no nos dirán mentiras, somos ángeles"-

Abel lo miro y respondio.

-"No lo sé, Set, algo está mal..."-

Set se rió mientras  ponía su brazo en el hombro de Abel y le dió una pequeña sonrisa a su hermano.

-"No te preocupes Abel, seguro que papá estará bien después de todo el prometió nunca abandonarnos, el nunca nos dejaría, somos sus amados hijos "-

Abel solo lo miró sin estar convencido.

Sentia que algo andaba mal.

Adam Hazbin HotelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora