🌺Liars🌺[Flore Humanity I]

🌺Capítulo 3🌺

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Liars, Painful Melody

Prólogo — Capítulo 3

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Viñedo del Amanecer — Mondstadt

Su cuerpo volvió a estremecerse al toque de la cálida mano de su hermano mayor, causando que esté se asustase de nuevo, colocando esa mirada de preocupación y un tanto de miedo al ver cómo el dolor aún permanecía sobre el dorso de la blanca manita de Erika, sintiendo como ahora Kaeya le pedía que le dejaste la situación a él, comenzando a colocar el ungüento especial sobre la zona herida con todo el cuidado posible.

—L—Lo siento Eri... En verdad... Yo no...— decía de lo más apenado, ocultando su mirada afligida con el flequillo que caía por su frente, mientras que la más pequeña negaba con su cabeza, acomodándose un poco más sobre aquella roca donde se hallaba sentada.

—No pasa nada Luc, fue un accidente... Estábamos practicando, es normal que estás cosas pasen...— una mueca se volvió a formar al sentir el ardor de nuevo, escuchando una ligera disculpa de parte del moreno mientras esté empezaba a vendar la quemadura ya tratada —Además, fue mi culpa, debí de haberlo esquivado...

No sabía si aquello le hacía sentir mejor por la intención de su hermana de quitarle la culpa sobre el acto, o peor por qué ella precisamente se estuviese culpando para que Diluc no se sintiera mal consigo mismo, típico de la buena voluntad de sus dos hermanos menores.

Ese día estaban en los alrededores del Viñedo, haciendo su típica práctica de espadas. Habían tenido que alejarse un poco del lugar por dos razones: Uno, era temporada de cosecha y no querían estorbar; y dos, Diluc quería seguir practicando con su visión.

Ya había pasado un año desde que el heredero de los Ragnvindr había obtenido su visión, y vaya que había progresado en gran medida con su entrenamiento secreto, pero aún así le era imposible que a veces sus llamas fueran por completo controladas por él, dejando pequeños accidentes como el que acababa de pasar con la pequeña Erika. No era la primera vez, pero ahora había sido un poco más grave de lo habitual, ¿Cómo podrían ocultar de Lord Crepus lo que realmente había pasado?, debían pensar en algo.

Era temprano, así que tenían tiempo para organizar su mentira mientras seguían con su entrenamiento, el cual solo continuaron Kaeya y Diluc, pues la mano herida de Erika le dolía hasta el punto de no poder sostener su espada con facilidad. Bueno, eso era lo que pasaba por ser la más débil de los tres hermanos Ragnvindr.

Siempre era lo mismo, siempre era la más débil, era la más torpe, la más lenta. Sin importar cuento entrenara, siempre quedaba en la sombra de las habilidades de los otros dos chicos. Obviamente eso la entristecía hasta los suelos, pero ella solo seguía allí por los constantes ánimos de ese par de chiquillos.

Los minutos y horas pasaban, y al estar solo sentada observando a sus hermanos practicar, la más pequeña estaba un tanto aburrida, por lo que había decidido ir a explorar un poco, prometiéndole a sus dos acompañantes que no se alejaría demasiado y que iría con todo precaución, que volvería ante cualquier advertencia de peligro y que tendría cuidado con su herida.

A pesar de no poder sostenerla bien, se llevó su espada por si la necesitaba, además de su pequeño bolso por si encontraba algo que podía recoger por el camino.