John.
Sus labios son suaves, muy suaves.
''JOHN, SUZANNE ESTÁ DELANTE DE TI'' –Grita mi conciencia.
Vuelvo a la realidad, separo mis labios de los de Colleen, ella me vuelve a tomar y me besa nuevamente.
¿Qué está mal con esta chica? ¿Por qué me besa? ¿Y por qué yo no pudo romper el beso?
Esta vez ella rompe el beso, abro los ojos, oh santo cielos, había cerrado los ojos, ósea, estaba disfrutando del beso.
Aclaro mi visión y veo al gran hombre que nos encontramos semanas atrás en el teatro, el me da una muy mala mirada, lo próximo que siento en un gran golpe me me hace caer de la silla.
Colleen.
Grito y mis manos cubren inmediatamente mi boca.
John a caído al suelo, Stephen esta encima de el golpeándolo sin piedad, John trata de cubrir su rostro de los golpes pero es imposible, el sigue golpeándolo fuertemente.
Siento un gran tirón de cabello, me volteo molesta a ver quien me lo dio, Suzanne.
-¿QUÉ TE PASA LOCA? –Le grito.
-Lo lamento. –Dice ella. –Pero es la única forma que reaccionaras, estabas allí hipnotizada viendo como matan a John, ¡haz algo! ¡controla a ese gorila!
-Hay otras maneras de llamar mi atención ¿sabes? ¿Me vez cara de domadora de gorilas o que? –Grito nuevamente.
-¡Solo haz algo! –Grita ella.
Ambas volteamos a ver de nuevo la escena, ahora hay tres meseros tratando de ayudar a John, jalan a Stephen para que pare de golpearlo, pero no pueden, Stephen le grita cosas en catalán y estoy segura de que la mayoría de ellas no son cosas lindas.
Sin saber que hacer me le tiro encima a Stephen, comienzo a ahorcarlo, no quiero matarlo, solo quiero que deje de golpear a John, el reacciona y me tira a un lado, caigo y mi cóccix recibe un fuerte golpe, Stephen al oír mi grito voltea y deja de golpear a John, se acerca a un tanto preocupado.
-¿Estas bien? Lo sien... lo siento, no, no, sabia que eras tu.
Le doy una patada en su entrepierna y el cae al suelo, me levanto y lo miro.
-Ya estoy mejor. –Respondo y le doy un guiño.
En cuestión de segundos el lugar esta lleno de policías y médicos, John esta rodeado de enfermeras las cuales le están haciendo un vendaje y toda la cosa.
Los oficiales están haciéndole preguntas a las personas sobre lo que aconteció y como comenzó, Stephen fue llevado a la comisaria y Suzanne esta afuera hablando por teléfono.
-¿Usted es familiar o conocido de John? –Me pregunta una enfermera
-Conocido, sí. ¿Por qué? ¿Pasa algo?
-Recibió muchos golpes y pues no puede abrir los ojos debido al dolor que siente, el muchacho le ha roto la nariz y le ha dejado unos buenos golpes en la cara, lo llevaremos a la clínica para checar su ojo y su nariz, usted tiene que acompañarnos.
-No tengo ningun problema, iré con ustedes.
***
Ya nos encontramos en la clínica, Suzanne llamo a la mamá de John y a William, les notifico lo que paso, la mamá de John viene en camino.
Una señora alta, rubia llega sonando sus tacones, al verme se acerca a mi, en su mirada hay mucha preocupación.
-¿Eres amiga de John? -me pregunta
¿Amiga de John? Esa palabra queda muy grande, de broma somos conocidos, pero bueno. Le regalo una sonrisa de compasión a la señora y le contesto amablemente.
-Sí, soy amiga de John.
-¿Está bien? ¿Qué fue lo que paso?
-Esta bien, le están haciendo un vendaje en su nariz y curando algunos rasguños.
Obvie la parte de ''que fue lo que paso'' porque no voy a admitir que fue uno de mis amigos que lo golpeo.
-Vale... -Dice y se sienta a mi lado sumergiéndose en su teléfono.
Suzanne aun esta aquí, ¿ella no tiene que trabajar? ¿por qué sigue aquí? John esta bien, no veo el motivo de que ella aun siga aquí.
Luego de unos cuantos minutos la doctora sale y detrás de ella viene John, viene renco, su nariz esta forrada en una venda, uno de sus ojos esta mas morado que el otro y tiene algunos rasguños.
Su mamá al verlo corre hacia el abrazándolo y haciéndole mil preguntas, mas atrás va Suzanne también.
Tonta Suzanne.
Me levanto del mueble pero no me acerco a el, meto las manos en mis bolsillos y agacho un poco la cabeza, se claramente que esto es mi culpa.
Ellos bajan al estacionamiento y yo los sigo guardando distancia, su mamá va a un lado y Suzanne va al otro, que fastidiosa es Suzanne, ósea, déjalo respirar por dios.
Llegamos al auto de la mamá de John y intercambiamos miradas pero John nunca me la dirige hacia mi, me ha ignorado desde que salimos, hace como si no estuviese existiera.
-Suzanne. –Dice al fin John. –Ve a descansar, mi madre me llevara a mi departamento, gracias por todo de verdad.
-Sabes que no es nada, si necesitas algo no dudes en escribirme.
Coloco los ojos en blanco y resoplo ante su comentario, gracias a dios nadie lo noto.
Ella se despide y se monta en su auto, no había notado que tenia un auto, un lindo auto.
-Bueno querida. –Dice la mamá de John. –Si quieres puedes ir con nosotros al departamento, pediremos sushi.
-No quiero molestar... -Es lo único que alcanzo a decir.
-Créeme que no lo haces, me gustaría conocer mejor a la chica con quien mi hijo esta escribiendo un libro.
Me limito a asentir y montarme en el carro, el camino a casa es silencioso, el único sonido que hay es el de la radio.
Llegamos a la casa y pedimos sushi, la madre de John cuenta anécdotas muy cómicas, pasamos un rato agradable, John nunca intercambia miradas conmigo y menos palabras, eso hace me pone un tanto incomoda pero decido obviarlo.
-Bueno, creo que me voy. –Digo levantándome de la mesa. –Gracias por todo, estuvo muy bueno el sushi.
-Querida puedes quedarte, no tenemos ningún problema. -Dice la mamá de John.
-Prefiero no molestar. –Digo ofreciéndole una sonrisa. –Un placer, que tengan linda noche.
Camino hacia la puerta de manera apresurada, cuando estoy a punto de abrir, siento un brazo en mi hombro, mejor dicho, siento su brazo en mi hombro.
Volteo a verle y su mirada en penetrante, mi corazón se acelera y estoy nerviosa, ¿Por qué estoy nerviosa? Es solo John, ¿Por qué John me pone nerviosa? Respiro y le lanzo una mirada interrogativa.
-Tu te quedas. –Dice; su voz es áspera y firme, tiene un pequeño rasguño en su labio, es sexy.
¿Sexy? ¿En serio Colleen? ¿Por qué me parecen sexys sus labios? Esto es raro, no puedo tener estos pensamientos, los esfumo tomo una postura firme.
-No. –Respondo secamente.
-Te quedas Colleen, ya anocheció y no voy a permitir que te vayas en sola en metro, hay muchos locos en la calle, te quedaras, no hay discusión.
¿El se estaba opreocupando por mi? Siento cosas en mi estomago, es un pequeño cosquilleo, se siente bien, pero es extraño, no quiero que John me haga sentir así.