John.
Pantalón abrochado, camisa abotonada, corbata ajustada, reloj puesto, perfecto.
Tomo mi maletín y salgo de mi departamento.
Llamo el ascensor mientras espero pacientemente, luego de unos segundos este se abre y me apresuro a adentrarme dentro de el.
Segundos mas tarde las puertas se abren dejándome en la planta baja, saludo alegremente a Carmen, la agradable señora de servicio.
Me apresuro para llegar a la estación del metro, Londres a esta hora es un desastre.
Luego de subir al metro, checo mi reloj, seis y veinte, nada mal.
Minutos más tarde me encuentro en frente del gran edificio, lo nervios florecen; pero trato de tomar el control de ellos.
Tomo aire y obligo a mis pies a entrar al gran edificio.
Hoy voy a mi primera entrevista de trabajo, busque consejos en internet de cómo actuar para una primera entrevista de trabajo, espero sirvan los que leí, la verdad no tengo ni idea de cómo termine esto.
—Muy buenos días ¿en que lo puedo ayudar? —Dice una voz femenina detrás de un escritorio.
—Hola, muy buenos días, soy John, vengo por la entrevista de trabajo.
—John Rodrigues, el Venezolano, claro que lo recuerdo. Déjeme que le comunico con el Señor Collins que usted esta aquí.
La recepcionista cuyo nombre olvide toma el teléfono, luego de marcar unos números se lo lleva a la oreja, le informa al Sr. Collins que llegue y luego de unos cuantos "Si señor" finalmente cuelga.
—El señor William lo atenderá en cinco minutos, puede ir subiendo, es el último piso.
—Muchisimas gracias. —Digo regalándole una sonrisa mientras me dirijo al gran ascensor.
Marco el último piso y mis manos comienzan a sudar, mi corazón late más y más fuerte, comienzo a pensar en cosas positivas, en mis talentos y en las cosas que soy capaz de hacer.
Las puertas se abren dejándome al frente de una gran oficina, aun no puedo creer que me concedieran la entrevista para esta gran empresa, trabajar para la editorial ''Shakespeare'' sería un sueño.
Obligo mis pies a avanzar y entrar, el señor William se encuentra hablando por teléfono, me hace señas para que le dé un momento y yo asiento.
Luego de unos segundos el finaliza la llamada y me pide que tome asiento, ni yo mismo me había dado cuenta que me quede parado allí.
Tomo asiento delante de él, y por su aspecto parece una persona muy amable, nada como lo que me imaginaba, pensaba que me iba a encontrar con uno de esos hombres altaneros y prepotentes, que se creen más que los demás porque tienen millones en su cuenta bancaria, pero él no luce así.
Me regala una sonrisa confiada y comienza a hacerme preguntas y yo las respondo de manera calmada, él asiente unas cuantas veces, segundos mas tarde siento que la tensión se fue, los nervios se han ido y la paz inunda mi cuerpo.
La entrevista termina y me dice que voy a recibir una llamada en donde sabré si he entrado o no.
Asiento varias veces y luego de un apretón de manos me levanto y camino de nuevo hacia el ascensor.
Nada mal John, nada mal.
Collen.
Termino de hacerme ondas en el cabello con el rizador, empiezo a retocar mi maquillaje, debo estar más que perfecta, hoy es mi primera entrevista de trabajo desde que me gradué hace unos meses atrás.
La verdad estoy más que confiada de mi talento, para la editorial Shakespeare sera un honor tener a alguien con mi talento, he pasado mucho tiempo detrás de un ordenador creando historias y leyendo libros, investigando sobre autores y recibiendo cursos online, además de ir a la universidad claro.
Gran parte de mi vida ha consistido en ser alguien grande, quiero ser reconocida, una gran escritora, que tenga la mejor editorial del mundo, y muchas librerías a nivel mundial. No soy creída, solo digo lo que soy y lo que seré, los que en el colegio y la universidad se reían de mi diciendo "mira la cerebrito'', "Cuidado te explota el cerebro'' ''Llego Albert Einstein" y cosas por el estilo me rogaran para que les de empleo, y allí será cuando les recordaré sus hermosos comentarios.
En fin, basta de parloteo, termino de pasar el labial rojo por mis labios y veo mi reloj.
Falta una hora para mi entrevista, pero yo llegare media hora antes, la puntualidad suma muchos puntos.
Tomo mi bolsa y la cuelgo en mi hombro, tomo las llaves de mi carro y salgo de mi departamento.
Subo a mi auto y luego de unos minutos ya me encuentro frente del gran edificio.
Estaciono mi coche y me adentro al gran edificio, me encuentro con la recepcionista y le comento que tengo una cita con el Sr. William, ella asiente y toma el teléfono, marca un número el cual supongo que es el de la oficina del Sr. William, luego de decir unas cuantas cosas cuelga.
—Acaba de terminar una entrevista, puedes subir, es el último piso.
Asiento mientras le regalo una sonrisa de agradecimiento y me dirijo al ascensor, cuando estoy al frente de él ascensor éste se abre haciéndome dar un paso atrás, de el sale un chico con una sonrisa de oreja a oreja, supongo que no le fue tan mal, pero yo lo puedo hacer mejor.
Entro al ascensor y presiono el último piso, luego de unos cuantos segundos, se abre, dejando ver una gran y lujosa oficina, toda blanca con muebles negros y algunos detalles en plateado.
—Muy buenos días. —Dice el Sr. William regalándome una sonrisa, es un hombre de unos cincuenta años, es alto, con el cuerpo bien formado, es el resultado de hacer ejercicio, se conserva muy bien la verdad, tiene el cabello color nieve, el cual lleva peinado de lado.
—Buenos días, Sr. William. —Respondo devolviéndole la sonrisa.
—Toma asiento, por favor. —Dice el regalándome una gran sonrisa blanca.
—Gracias. —Digo mientras me siento en la silla negra.
—¿Cuál es tu nombre? —Pregunta el.
—Collen Collins Bleder. —Digo mientras tomo una postura firme.
—¡Que coincidencia! Compartimos el mismo apellido. —Dice mientras mueve unos papeles de su escritorio. —Pues comencemos.
Me hace unas cuantas preguntas las cuales respondo de una manera muy calmada y segura, me pregunta sobre mis estudios y ese tipo de cosas, luego de unos minutos la entrevista llega a su fin, le estrecho la mano al Sr. William y salgo hacia el ascensor.
Lo hiciste excelente Collen, lo hiciste excelente.