Confess

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Colleen.

Mi corazón duele, no puede ser que esto me este pasando, mi corazon arde del dolor, lagrimas caen por mis mejillas nublando mi vista, tropiezo unas cuantas veces antes de llegar a la parada de taxis.

Luego de unos minutos logro tomar uno, como puedo le doy la direccion de mi departamento.

Sin darme cuenta ya estoy delante de mi edificio, le pago al taxista sin esperar el cambio.

Salgo corriendo hacia mi departamento y con manos temblorosas logro abrir la puerta.

Corro a mi habitación y lo busco entre mis cajones, una vez que lo encuentro tomo una pluma y rápidamente las palabras empiezan a nacer...

Dentro de mí hay un corazón, un corazón que se ha guardado en un castillo de bronce, con pilares de cristal, protegido por altos muros y cuidado por guardias mentales.

En un pequeño cuarto el está... Aquel cuarto en donde no es atacado, donde está perfectamente resguardado, donde nadie puede entrar a hacerle daño, mi corazón no era alegre, era serio y seco, con el tiempo había dejado de latir de manera rápida, se fue haciendo mas lento, al punto de que ni el recordaba que era latír, mi corazón se enamoraba de personajes ficticios, personajes inexistentes y, los únicos que tenían el derecho de hacerlo emocionar o entristecer.

Mi corazón un día observaba por la ventana de su pequeño cuarto, a lo lejos vio una pequeña luz, la cual caminaba muy lento, era un pequeño punto blanco.

Todos los días esa pequeña luz blanca iba creciendo, cada día se acercaba mas.

¿Qué seria esa luz? ¿De donde provenía? ¿Porque se dirigía hacia el gran castillo?

Constantemente, mi corazón se asomaba por la pequeña ventana simplemente a observar a la pequeña luz, veía como poco a poco se acercaba y se hacia cada vez mas grande.

En cuestión de días, la luz ya estaba delante del gran castillo, la pequeña luz se enfrento con mis guardias mentales, y los venció, trepó por los grandes muros y, a pesar de que algunas veces cayó, nunca se daba por vencida.

Mi corazón comenzaba a latir un poco mas rápido a medida de que la pequeña luz se acercaba, era extraño.

La pequeña luz lucho con cada cosa que se le atravesaba en el camino, hasta que finalmente llegó, sonó la puerta la pequeña habitación, y era la hora de decidir, si quería dejar entrar a la pequeña luz, o no, sabia que una vez que abriese la puerta todo cambiaría...

Me arriesgue.

Abrí la puerta y me encontré con la pequeña luz, que ahora no era tan pequeña, fue entrando a la pequeña habitación y lo ilumino todo, mi corazón observo las paredes de la habitación en las cuales habían cuadros alegres, que ya incluso mi corazón había olvidado, iluminó toda la habitación con su luz, las tinieblas se fueron disipando hasta desaparecer por completo.

La pequeña luz llegó al lado de mi corazón, el comenzó a latir de manera acelerada, mi corazón comenzó a tomar de nuevo su color rojo, un rojo muy fuerte, un rojo alegre, la luz se fue volviendo parte de mi corazón, ambos corrían por los pasillos del castillo, no podían separarse. El castillo había dejado de ser sombrío y oscuro, ahora alegres cuadros lo adornaban, era un hermoso castillo.

Esa luz era parte de mi corazón, mi corazón necesitaba de esa luz, mi corazón se negaba a que yo echase a esa luz, mi corazón luchaba por su luz, mi corazón amaba su luz.

Leo una y otra vez lo que acabo de escribir, lágrimas caen en las paginas de mi cuaderno, lo cierro para que no se siga mojando y lo abrazo, mi corazón está triste, tiene miedo a que su luz desaparezca.

Cierro los ojos y quedo totalmente dormida...

-¡COLLEEN! ¡COLLEEN!

Me despierto ante los gritos y abro lentamente mis ojos.

Abro la puerta y me encuentro con John, esta hecho un desastre, esta sudado y su pijama esta un tanto sucia.

Tomo aire antes de soltar las palabras.

-John, no me hagas esto más difícil, por favor.

-¡Tu me lo haces difícil Colleen, no logro entender como nos haces esto! -Grita John con desespero.

-No lo entenderias John, creeme que no.

-Lo haré Colleen, explicame lo que esta pasando por favor.

-Hay cosas que no tienen explicación John.

-Estoy seguro que esta lo tiene Colleen, por favor, me éstas matando.

Su voz es desesperada, esta débil, no tiene fuerzas, me mata verlo así.

-Lo siento John, pero no, vuelve a casa.

-Colleen no me hagas est....

Cierro la puerta antes de que termine la frase, se que si lo escuchaba un segundo más iba a terminar en sus brazos de nuevo.

No hay nada que pueda hacer para mejorar este desastre.

Corro a mi habitación y me tiro en la habitación, lloro como una niña hasta quedarme totalmente dormida.

La alarma me hace despertar, salgo de la cama y no soy capaz de pasar por al frente del espejo, me debo ver fatal, bueno, me siento fatal.

Todo parece un sueño, no puedo creer que este pasando por esto, simplemente no puedo creerlo.

Comienzo a organizar mi casa, quitar un poco el polvo y poner las cosas en orden.

Tomo la basura de la cocina y la del baño para llevarla al bajante, al abrir la puerta de mi departamento me encuentro con algo que simplemente no me esperaba.

John esta tirado en el piso completamente dormido, dejo caer las bolsas y llevo mis manos a mi boca.

Me arrodillo a su lado y lo veo, a pesar de todo sigue siendo el más guapo del mundo.

-John. -Susurro tocando su hombro. -Despierta.

-Mhm. -Dice abriendo lentamente sus ojos.

-Vete a tu casa John, estas haciéndolo muy complicado.

Se sienta en el piso y frota sus ojos, me mira y suspira.

-Me iré solo si me respondes una pregunta.

-¿Cual?

-¿Te importo? -La pregunta sale lentamente de sus labios haciéndome erizar.

La pregunta me toma fuera de base, no le quiero mentir, tampoco darles esperanzas, no se que hacer, no se que responder...

-John...

-Solo respondeme Colleen, ¿te importo?

Bajo mi cabeza y suelto un largo suspiro, alzo mi vista y nuestros ojos se encuentran, su mirada contiene tantas emociones que es imposible dejar de verla, es una de esas miradas a las que no les puedes mentir.

-Si Jonh... Me importas. -Respondo finalmente.

-Y tu a mi Colleen, me importas mucho, te has metido dentro de mi, has escarbado dentro de mi hasta llegar a lo más lejos, mi corazón es tuyo y el tuyo mio, no quiero explicaciones ni nada de eso, solo quiero tu amor, dejame amarte como ningún chico lo ha hecho, dejame darte todo de mi, dejame cuidarte como lo mereces, dejame amarte sin fin... Por favor.

Sus palabras me hacen llorar, sabría que pasaría, no puedo separarme de el, me ha conquistado, lo arriesgare todo para ser feliz, seré feliz así traiga consecuencias, simplemente, seré feliz.

Seco las lágrimas de mis mejillas y me acerco a John.

-Acepto John. Acepto ser feliz a tu lado.

John sonríe y me abraza fuerte, yo lo abrazo más fuerte aun, el besa mi cabeza y yo me hundo en su pecho, nuestros cuerpos fueron diseñados para estar juntos y lo que es diseñado para estar junto nada lo puede separar...

ElocuenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora