Colleen.
Froto mis ojos y poco a poco los voy abriendo, líneas de sol entran por las persianas del cuarto de John.
¿El cuarto de John?
De inmediato me vienen imágenes de lo que pasó ayer, cierro los ojos y suelto un suspiro.
Estoy colocando la vida de John en riesgo... Stephen es capaz de todo, es capaz de llegar hasta el fin con tal de que yo este sola y sufriendo, ese siempre es su objetivo.
Hablaré con John ésta noche, esto debe acabar por más que me agrade, dicen que las cosas buenas siempre llegan a su fin... Ésta ya llego a su fin.
Me levanto de la cama y salgo de la habitación, camino a el cuarto de visitas, al entrar me encuentro con John totalmente rendido, se ve hermoso, todas sus expresiones están relajadas y su cuerpo emana paz, merece una foto.
Busco en la sala mi teléfono rápidamente y le tomo unas cuantas fotos, le doy una última mirada y camino a la puerta, estoy a punto de salir cuando una mano rodea mi muñeca y me jala, caigo en la cama junto a John, el me regala una gran sonrisa y yo de inmediato se la devuelvo.
-Buenos Días señorita. –Dice con una voz grave y sexy.
-Buenos Días señorito.
-¿Cómo has dormido? –Me pregunta mientras se vuelve a acostar, yo coloco mi cabeza en su pecho y lo abrazo.
-Muy bien la verdad, tu cama es de lo más cómoda.
-Eso no lo niego.
Un silencio agradable reina en la habitación, es ese momento ambos solo disfrutamos de la presencia del otro.
-¿Quieres hablar de lo de ayer? –Me pregunta John.
-La verdad no. –Respondo sin ganas.
-Okay.
-¿No insistirás hasta que te cuente? –Pregunto extrañada ante su respuesta tan simple.
-¿Por qué lo haría?
-Púes... Eso es lo que hacen normalmente demás chicos.
-Púes en este punto ya deberías saber que no soy como los demás chicos.
-Cierto. Eso me gusta...
-¿Qué cosa?
-Que seas diferente, que no seas como los demás chicos.
-A mi no me agrada la verdad.
-¿Por qué? Ser diferente es genial.
-Algunas veces no lo es, por ejemplo; otros chicos no le tienen miedo a las arañas, otros chicos no son tan tímidos, otros chicos no hubiesen tenido que llamar a la policía para salvar a la niña que les gusta, es vergonzoso.
Antes de que pueda responder el vuelve a hablar.
-Cuando tenía quince años veía como los chicos ligaban con las chicas sin ningún problema, a mi me daba vergüenza ligar con alguna niña, sentía que no era atractivo, y no les iba a gustar, era frustrante para mi ver a todas las personas más apuestas que yo... Me sentía terrible. Yo quería ser un Travis Maddox, un chico que pudiese tener a la chica que quisiese, cuando quisiese, que luchara sin ningún temor y, en algún punto se enamorara locamente de una chica simple pero con mucho carácter, mi sueño era ser como uno de esos chicos fuertes y valientes de los libros...
No sé en este punto que hacer, John acaba de desnudar una parte de su vida ante mis ojos, nunca nadie había hecho algo así...
Me levanto de su pecho y me siento en la cama, lo miro fijamente a los ojos, tomo aire y me dispongo a hablar.
-¿Sabes la diferencia entre tú y los chicos de los libros?
-¿Cual?
-De que ese chico tímido, miedoso, y sensible, se ha robado mi corazón como nunca ningún chico lo había hecho, te prefiero a ti antes que a cualquier chico fuerte y valiente de aquellos libros, te escogería mil y una veces.
Una sonrisa se extiende en el rostro de John y se abalanza sobre mí uniendo nuestros labios en un gran y perfecto beso.
-Eres increíble Colleen. –Susurra John delante de mis labios antes de volverme a besar.
John.
Colleen y yo terminamos nuestro desayuno en silencio y regalándonos pequeñas sonrisas.
Las palabras de Colleen me han llegado, las tengo grabadas en mi mente y se repiten lentamente.
-¿Qué haremos hoy? –Pregunta Colleen.
-Trabajar.
-¿Trabajar? –Dice un tanto extrañada.
-Tenemos un libro por escribir y hoy me has inspirado mucho. –Ella sonríe y asiente.
Ambos nos sentamos en ordenadores diferentes y comenzamos a escribir.
Ya son las seis de la tarde, nuestros ojos son unos huevos fritos, logramos escribir siete capítulos un tanto largos, ya estoy totalmente cansado y solo quiero comer y dormir, a pesar de que es muy temprano tengo un sueño terriblemente grande.
Colleen sale vestida de una manera formal, es la ropa que llevaba cuando llego a aquí.
-¿Por qué estas vestida así? Pensaba que íbamos a comer y dormir, no tengo muchas ganas de salir, pero si tú quieres salir no tengo ningún problema.
-John... -Dice en un susurro... el cual no me gusta en absoluto. –Me voy.
Siento de inmediato un nudo en la garganta.
-Vale, mañana te espero, tenemos capítulos por escribir. –Me acerco a ella para unir nuestros labios, ella gira su rostro esquivando el beso.
-Creo que éste es el fin John, me gustas, me traes loca, pero estando conmigo corres mucho riesgo.
-Co... Colleen no me digas que esto terminó...
-No puede haber terminado algo que nunca comenzó John...
-No me hablas en serio Colleen, dime que es una broma.
Mis ojos se están cristalizando y mi corazón se está arrugando como una hoja de papel.
-Solo quiero cuidarte John, solo... Solo quiero que nada te pase.
-¿QUÉ NADA ME PASE? ¿ME HABLAS EN SERIO COLLEEN? ME ESTÁ PASANDO DE TODO CON LO QUE ME ESTAS DICIENDO. –Respiro apresuradamente y paso mis manos constantemente por mi cabello.
-Lo... lo siento. –Dice Colleen ahora con lagrimas en sus mejillas.
-Vete por favor. –Digo dándole la espalda, escucho la puerta cerrarse, me tiro en el sofá, lagrimas caen por mi rostro, nunca pensé estar en ésta situación.
